17
Sep 2008

El origen del nombre Suquía

Río que pasó a llamarse con anterioridad Primero, porque en el antiguo trayecto desde el Alto Perú, una vez cruzado el río Dulce o Salí era e1 primer curso de agua de importancia.

Este topónimo ha dejado en la oscuridad a todos los que han pretendido interpretarlo, y a veces en el intento se han dicho cosas sin sentido, como cuando Pablo Cabrera propuso “Árbol Dulce”. Sólo hay -para cualquier buen conocedor de la flora local- dos árboles a los que podríamos atribuirle dulzura: el algarrobo y el chañar. Y son los conocidos taco y chañar, nombres quechuas que se clasifican como Prosopis alba (taco yuraq), Prosopis nigra (taco yana) y Gourliea decorticans (chaiiar).

Cuando los conquistadores españoles se dieron con el río que hoy llamamos Suquía, le pusieron de inmediato, era común en ellos, el nombre de un santo: San Juan. Pero los nativos ya lo habían bautizado siglos atrás como Pucará, dado que en el extremo de la subida que comenzaba en las márgenes del río, habían construído el fuerte que así llamaban.

Llevo la convicción que para los pueblos aborígenes que tenían sus asentamientos sobre el mismo, jamás le dieron otro nombre que el referido, siendo por lo tanto falsa la denominación que alguien creyó auténtica. Aunque el nombre existió y en la citada lista de caciques y pueblos de la que fue autor R. Ferrari Rueda, para el departamento Río Primero se limita a Suquia (cacique) y su pueblo llamado igualmente Suquia. Así a secas -al parecer- pues no se acompaña de la palabra sacat o sacate (pueblo) como tantos otros. ¿Por qué?

Sacat no era el término único para decir “pueblo, lugar, aldea, chocerio”; también nos encontramos con otros de igual significado como hana y sus derivaciones o alteraciones han, aha, ha.

Suquia, según mi criterio, es una palabra que lleva este sustantivo ha y debemos escribirla Suqui-ha. Particularidad de la que daré tres ejemplos más:
1. Aloma Iza (Cruz del Eje)
2. Casna ha (Cruz del Eje)
3. Paltan ha (San Alberto)

El primero se traduce por “Pueblo principal del monte”, de alo o halo, monte, bosque; oma o uma, cabeza, principal, haciendo síncopa con alo; y ha, pueblo, aldea.

El segundo tendría esta traducción: “Pueblo del asadero”, del quechua santiagueño cas, apócope de caspay, asar, chamuscar, tostar; na que es un sufijo cuya misión es dar un sentido más concreto al verbo sea en cuanto al lugar, al medio o al instrumento de la acción; y ha, pueblo, aldea, gente, lugar.

Y el tercero, o sea Paltan ha es: “Pueblo del pan chato”. De ha, pueblo, aldea, gente; pal, apócope de palta, achatado, chato, plano, aplanado; y tan, apócope de tanta, pan. Aunque podría ser sólo “Pueblo de los chatos”.

Vayamos finalmente a Suqui ha, “Pueblo del largo abrojo”, que podría interpretarse como “Pueblo del abrojal”. De ha, pueblo, aldea, gente; su, apócope de suni, largo, y quipu, abrojo, del que queda solamente qui.

Pero como este topónimo es de muy discutible interpretación, no está demás recurrir a otras propuestas. Veamos de seguir la estructuración de Patquía (La Rioja), que respondería a los vocablos pat, de pata, lugar; qui, aféresis de siqui, junta, y a de ha, apócope de hana, pueblo: “Pueblo del lugar de la junta”.

De la misma manera Suquía podría resupar de la compaginación de suc, apócope de suco, barrial; qui aféresis de siqui, junta, y a de ha, pueblo: “Pueblo de la junta del barrial”, nombre referido a la desembocadura del arroyo La Cafiada en su lecho terroso.

Querer asociar al suquía de los indios mosquitos que tenían su centro en la actual Nicaragua, nombre que le daban a sus shamaries (médicos hechiceros), no pasa de ser una fantasía. Pura obra de lo casual. ¡O debemos también empezar a especular si no vivió en la región recorrida por nuestro río algún capitán o hacendado español de apellido Suquia, ya que el penúltimo arzobispo de Madrid, el cardenal e historiador en quien estoy pensando se llamaba -es sólo un ejemplo- Ángel Suquía Goicoechea!

Extraído de Toponimia aborigen de la provincia de Córdoba, de Carlos Paulí Alvarez. Ediciones del Copista, Córdoba 2005.

17 comments for “El origen del nombre Suquía”

1
Fernando Chanquía Aguirre

Estimda Dayana Barrionuevo:
Me gustó mucho su escrito acerca del orígen del nombre Suquía. Yo soy abogado, siempre he tratado de investigar el tema y coincido con Ud. Personalmente creo que los Sanavirones nunca llamaron así al río. Aparte de eso, poca fe me hace don Jerónimo acerca del tema en su Acta de Fundación. Tampoco creo que haya existido una palabra como Suquía en lengua nativa. Jerónimo dice que los narurales llaman “…de Suquía”. Los aborígenes no conocían la preposición “de”.
Tampoco los españoles hablaban lengua Sanavirona; elloa traían lenguaraces que hablaban quechua y así trataban de comunicarse. Los Sanavirones, como segundo idioma parece que también usaban algo de quechua. En medio de esta mezcla, quizá los dos (indios y españoles) trataban de comunicarse hablando en “un cocoliche algo castellano, algo sanavirón algo quichua”. De allí y sólo de allí que pudo haber salido algo como “de Suquía” o que sonaba algo parecido a oídos de algún vasco acompañante del conquistador. La felicito de verdad porque, en general, todos creen que esa palabra es nativa y dan por sentado que el río se llamaba así antes de la llegada de los invasores.
Mi apellido también está en idéntica situación: puede ser indio o nó. Pero es más difícil aún porque, tanto en España cuanto en idioma Kakán existe la palabra Chanquía. En Quechua-chanca también. Esta sería “Chanqui” (destruído) y “ha” (casas). Asimismo podría ser “Chankíñ” (aislado) o “Chankihue” (lugar destruído). Mis antepasados Chanquía eran indios de la zona de Ischilín hasta cercanías de la Rioja y Catamarca, de donde salen casi todos los de ese apellido. Si Ud. conoce algo más me gustaría que me lo hiciera saber.
Le saluda atentamente, Fernando.

October 20th, 2008 at 16:39
2
Daniel Lobos

Hola Dayana:

Exelente recopilación -no siempre al alcance de nuestra mano-, hace ya 20 años que vivo en el Noroeste Argentino pero siempre en el corazón llevo los dias de mi ninez y adolescencia en las sierras y ríos de Córdoba.
No recuerdo el año en este momento -probablemente a comienzos de los ochentas- en oportunidad de abrir sus puertas el Banco Del Suquia, en el canal 12 emitian un corto de varios minutos, primero referidos al fundador Jeronimo Luis de Cabrera, y luego al río en sí, que todavia era “primero”, nunca me olvide de aquellos relatos: “…y un dia los hombres cruzaron mi cauce con un dique, sí yo soy el río del Dique San Roque, y aunque me llaman “primero” la gente del lugar sabe que me llamo Suquia, mi verdadero nombre, por eso Don Arturo Capdevila me interpretaba cuando escribia:

Yo me llamaba Suquia
Ese nombre me quitaron
Que de nuevo me lo den
Que asi quiero ser llamado…

Hoy Banco Del Suquia, rescata ese nombre para su gente…” (finalizando la publicidad con la imagen del fundador, que es el “isotipo” del banco)

Tiempo despues le “devolvierón” sus nombres originales a todos los ríos provinciales: Suquia (ex primero), Xanaes (ex segundo), Talamochita (ex tercero), Etc. Es muy probable que el decreto emitido haya sido inspirado en esta emotiva publidad, que era mas “un reclamo historico” hecho con mucha creatividad.

Este curso de agua seguira siempre ligado a los “afectos” de los Córdobeses, así lo fué y lo será, indudablemente…

Asi nacio mi ciudad
La Córdoba soñada de la nueva andalucia
Una mañana invernal
A la orilla del cauce majestuoso del Suquía…

(fragmento de “Cantata De la Fundación” de R. Montachin y F. Muñoz)

Gracias por estos recuerdos a la distancia, ahh… por cierto Dayana -dejame ser un caballero-, respetuosamente eres muy bella.

Daniel
(guia de turismo)

lobosdaniel@hotmail.com

November 12th, 2008 at 7:57
3
Dayana

Fernando,
Ya nos contactamos por mail. Muchas gracias por dejar tu aporte.

Daniel,
Muy interesante y emotivo tu comentario, con cita a Capdevila y todo (que ya volverá a aparecer en este blog para contar cosas de Córdoba).
No conocía lo de la publicidad del banco Suquía (que ahora es Macro).
Se agradece el cumplido, caballero 🙂

November 12th, 2008 at 11:16
4
Fernando Chanquía Aguirre

¿ Y SI NUNCA SE LLAMÓ “SUQUÍA” ?
OSCURO ORÍGEN DEL NOMBRE ESPAÑOL

Por el Dr. Pedro F. Chanquía Aguirre

En el año 1.984 la Legislatura provincial sancionó una ley por la que, al nombre de los ríos de Córdoba, se debía agregar la supuesta denominación que les habrían dado a los mismos los aborígenes de la localidad. Así al Río 1º , se lo comenzó a nombrar como “Río Suquía”.

Esta equívoca denominación nace del Acta de Fundación de la ciudad de Córdova de la nueva Andaluzía hecha por don Gerónimo Luis de Cabrera el 6 de julio de 1.573; fundación que se realizó en el sector donde hoy está barrio Yapeyú; es decir, al otro lado de la margen del río donde ya existía una ciudad o aldea agrícola “Sanavirón” (Salavinón y Hénen-Camiar) pre-hispánica llamada, Quisquizacate o Kiski-sacát. Este nombre significaría “Lugar encerrado” o “Lugar de paso cerrado”. (La ciudad es una hondonada coronada por las sierras).
El hecho es que, el ejército español que venía bajando desde El Pirú al mando de Cabrera, al encontrarse con este río lo anotaron en primera instancia como Río 1º, por ser el primer curso de agua de importancia encontrado por ellos después de dejar el Río Soconcho (Río Dulce actual). Éste último ahora cambiado por el de Salí.
Días después, al realizarse el establecimiento en el lugar de las tropas del conquistador, éste resuelve imponerle como nombre Río San Juan, según dice el mismo capitán general, por haber llegado el día del santo.
Cuando don Gerónimo manda redactar el Acta de Fundación en presencia de su Escribano Francisco de Torres, deja constancia textual de que al citado río “…los yndios llaman de suquía…”; produciéndose desde ese momento la total confusión y el equívoco de tener por cierto que los Sanavirones denominaban así a su río.
Siguiendo con las imprecisiones del “governador y capitán general y Justicia mayor destas provincias de Tucumán Juríes y diaguitas”, este deja constancia también de que la ciudad se funda “…en el sitio más conveniente…y en tieRas valdías donde Ellos no tienen ny an tenido Aprovechamiento”.

Poco tardó en comprobarse que el sitio más conveniente no era el indicado, sino hacia la otra margen del río, sobre la misma aldea india. Ocurrió que el capitán español había elegido el lugar de fundación sobre unas lomas, por lo tanto en un nivel bastante más alto que el del río; los españoles comenzaron a darse cuenta de que no podían hacer canales para que fluyera agua cuesta arriba hasta donde estaban sitiados. En contraposición, los indios sí podían usar el riego porque estaban en tierras más bajas. Luego de transcurrido casi un año de estadía, don Gerónimo que no le hallaba solución al problema, dispuso trasladar el fuerte hacia la otra orilla, zona baja, donde Salavinones y Henias-Kamiares tenían sus casas dispersas entre huertas sembradas con zapallo, maíz, papa, maní, poroto, algodón, quínoa, ají, etc. y con pequeñas acequias de riego funcionando.
“Al momento de la conquista, Sanavirones y Comechingones se encontraban instalados en pequeñas aldeas agrícolas, con buen acceso a agua y otros recursos.” (Lo dicen entre otros: Josefina Piana – Dominación Colonial Temprana, 1.992.- Andrés Laguens, 1.995.- González Navarro, 2.002)

Para superar este gran problema, Gerónimo Luís de Cabrera había planeado cuidadosamente un ataque sobre la aldea india para despojarlos de todas sus pertenencias, pero el gran Capitán no pudo llevarlo a cabo debido a la llegada del Veedor Gonzalo Abreu de Figueroa.
La verdad es que existían rencillas domésticas entre los que se disputaban el poder y las riquezas y por eso el Veedor había denunciado “al fundador” ante el Virrey. No solamente la desobediencia al mismo sino, la querella judicial que se le seguía por maltrato a los indios en Quilino, lugar donde don Gerónimo se había auto-otorgado una gran encomienda aprovechando la mano de obra forzada para su beneficio personal. Tenía más de 200 indios trabajando “de sol a sol” en su estancia. Sumado a eso estaba la escasa aptitud del lugar de fundación como asentamiento de producción (condición sine qua non para fundar una ciudad, según indicaciones precisas de la corona).
A todo esto, Cabrera, que se encontraba más al sur recorriendo el Río 3º con parte de su ejército, decide regresar para aprestarse a la invasión, pero ya de regreso descubre otra situación muy distinta a cuando se fue. En el fuerte levantado ya casi no quedaba gente, algunos habían muerto en lucha con los lugareños y otros habían decidido regresar; dicen las crónicas que sólo quedaban 14 personas. Ésta era la situación que hubo de encontrar el Veedor Gonzalo de Abreu, quien de inmediato dispuso el relevo y detención “del fundador”. Luego del arresto se procedió a su juzgamiento en juicio sumario, concluyéndose con la sentencia a muerte del desobediente. Se decía antiguamente que fue muerto a garrotazos como se hacía con los indios; pero, en tiempos más cercanos sobre todo historiadores cordobeses, sostienen que fue por decapitación con espada como correspondería a un hidalgo.
En eso habría llegado Lorenzo Suárez de Figueroa con una caravana de gente que, al integrarse, reconstituye la ciudadela. Éste es designado entonces nuevo Teniente Gobernador, siendo a la postre, quien ejecuta la orden de ataque sobre la aldea india, trasladando posteriormente el fuerte hasta la zona aledaña de la hoy Plaza San Martín. Según la historia conocida, el ataque se produjo recién cuatro años después de la fundación.
Una vez en el nuevo emplazamiento y como es lógico suponer, al existir ya una ciudad Quisquizacate, la estructura económica de la nueva Córdova partió aprovechando las técnicas ya aplicadas por los Sanavirones y sus chakras pasaron a propiedad de algunos españoles, entre ellos la familia de Cabrera.

Volviendo al Acta de Fundación, dice el invasor que en el término de tres leguas hay dos ríos caudales y que “El uno alcanza A entrar en el Río de la Plata…” . ¿A qué ríos se refiere, esos que estarían en el término de tres leguas?
¿ Al 1º y La Cañada? ¿Al 1º y el 2º; al 1º y el 3º; al 1º y el río Dulce ???
Como podemos observar, la cantidad de desaciertos, vicios y errores -los mencionados y otros que también pueden encontrarse en el Acta- privan de absoluta veracidad a la misma.
Comenzando por el hecho de que, según el propio escrito fundacional, el acto se realizaba “en el asiento que en la lengua destos indios se llamaba quisquizacate” ; mas, pese a estar dentro de la ciudad india, los naturales no podían asentir ni contradecir lo que se estaba fraguando porque sencillamente ni participaban, ni entendían palabra alguna. Aunque don Gerónimo pretenda dejar constancia de que en el acto de fundación no hubo alguien que lo contradijera; ni siquiera los indios.
Es de entender que Cabrera se refiere a los indios alto-peruanos bajo el régimen del yanaconazgo que él traía incorporados a su ejército y nó, a los Salavinón ni a los “Comechingones”. Aquellos indios quechua-parlantes, en su gran mayoría provenientes del altiplano, fueron incorporados a las filas españolas para servicio del invasor y eran parte del ejército del Rey Felipe II, destinados a realizar acciones específicas facilitando los desplazamientos y el resguardo del núcleo principal (Real Cédula del 26 de octubre de 1.541). La propia Acta de Fundación dice “…los naturales que están en el ejército de su majestad). Por este motivo va de suyo que, ni los soldados ni los indios, podían discutir las órdenes de su capitán, ni les incumbía a los yanaconas lo que aquel dispusiese para estas tierras. En el libro: Programa de Filología Hispánica – 1.959, su autor Marcos Moringio expresa “…Córdoba que se fundó en 1.573 se sabe que se establecieron en ella 50 vecinos españoles llegados del Perú y más de seis mil indios”.
En general los historiadores coinciden en que venían unos 100 españoles y alrededor de 600 a 1.000 indios del alto-perú y de la zona de Santiago del Estero. Más adelante los conquistadores trajeron nuevos contingentes aborígenes de esas zonas y también Diaguitas, todos de lengua Quechua; ya pura, ya dialectizada.

El abuelo paterno de quien suscribe, natural de Ischilín provincia de Córdoba (asentamiento español originado a partir de una encomienda indígena otorgada a Miguel de Ardiles, camarada y compañero fundacional de Cabrera), solía contar que su padre recibió de sus ancestros y, éstos a su vez de los suyos, la siguiente versión histórica acerca del nombre del río 1º. (Mucho más creíble por cierto que la oficial).

Sucedió que inmediatamente después de hecha la fundación por Cabrera, su gente comenzó a darse cuenta de los gruesos errores cometidos por el Capitán. Desde el Perú se envió a un Veedor para que informase de la situación. Así es como éste procedió a denunciar al fundador debido a su desobediencia al Virrey y a la suma de errores cometidos. Cabrera creyó que la laguna Ansenuza era una bahía de “la Mar del Nord” y que por el Río 1º se podía salir navegando al Océano Atlántico, elaborando sus informes de este modo. Calculaba encontrar una fabulosa ciudad de los césares (según él llamada Linlín), por eso se apartó de las órdenes recibidas del Virrey Francisco de Toledo y cuando andaba buscando esta famosa Linlín, fundó su Córdova fuera de la jurisdicción que se le había asignado.

Luego de ser ajusticiado en 1.574, entre la tropa corrió la mofa de los desaciertos, como también de la ocurrencia del nombre “de Suquía”; sencillamente porque los aborígenes no llamaban así al río, y porque los atropellos y violaciones a las indias eran moneda corriente, aunque el Capitán General pareció nunca haberse dado cuenta.
La historia oculta dice que, una vez que hubieron acampado los recién llegados, lo primero que hicieron fue tratar de ganar la confianza de los naturales que se acercaban cautelosamente, entre curiosos y sorprendidos.
Se trataba de indios bastante pacíficos, pícaros, de buena talla, barbados y de rasgos físicos no muy distinto al español; características éstas que sorprendieron a Cabrera acostumbrado a ver gente lampiña, corta de estatura, del tipo racial kolla.
De esta forma los recién llegados lograron entablar relaciones aparentemente amistosas tendientes a favorecer incipientes comunicaciones con los locales. Esto era de imperiosa necesidad para los españoles que necesitaban aprovisionarse de alimentos, mostrando un marcado interés por saber donde estaban las parcelas de siembra y de donde tomaban el agua para los regadíos.
La ciudad Quisquizacate con sus chakras se encontraba emplazada del otro lado, en la margen derecha del río no muy cerca de la ribera, en el espacio comprendido entre el hoy Paseo Sobremonte hasta los alrededores del actual Cabildo.
Esa pretendida amistad comenzó a deteriorarse cuando los soldados tomaron por la fuerza a unas jovencitas ultrajándolas y abusando de ellas a la orillas del río de marras.
Cuando el hecho llegó a conocimiento de uno de caciques (una historia oral cuenta que se trataría del Cacique Cantacara), éste fue con su gente a quejarse al capitán español. Impedida la comitiva en su avance por la guardia y al escuchar sus reproches, seguidamente se habría apersonado el capitán Cabrera con escolta y un par de indios lenguaraces quechua-parlantes.
El caso es que los representantes del pueblo Salavino (sanavirón) le reprochaban muy ofendidos que, allí, a orillas del río, los soldados habían violado a unas jovencitas que les traían unos comestibles de regalo. Y se esforzaban en dar a entender que a uno de los soldados individualizados le llamaban de Suquía; según denuncia de las ofendidas.
El hecho es que no se sabe si don Gerónimo entendió mal, o lo hizo como a él más le convenía, porque mandó tomar nota diciendo que los indios del lugar vinieron a manifestar que al río le llamaban “de Suquía”. Esto luego fue escrito en el acta de fundación.
No obstante ello, sugestivamente al día siguiente dictó un Auto ordenando la construcción de un ciudadela “…para que los indios de la comarca no sean vejados ni molestados e se estén en sus casas e asientos sin desparcir a causa del temor que podrían recibir de ver tanta gente española en sus pueblos, …y se procure predicarles el Santo Evangelio e atraerlos a la fe…”.

Teniendo presente las grandes dificultades de tener distintas culturas e idiomas, lo llamativo es que ningún español, ni el escribano Francisco de Torres, ni el capellán del ejército clérigo Francisco Pérez de Herrera, parecieron advertir que los “Sanavirones” no conocían la preposición castellana “de”; como asimismo el hecho de que “Suquía” era una denominación idéntica al apellido vasco Suquía. O al apellido de uno de los soldados que habrían participado del delito sexual.
Actualmente para nadie es un secreto que el apellido Suquía existe en España y por supuesto en el país Vasco. Al sólo ejemplo vale mencionar que, quien fuera Cardenal Arzobispo de Madrid, don Ángel Suquía Goicoechea, fue presidente de la Conferencia Episcopal ente 1.987 y 1.993. Este cura, natural de Guipúzcoa, falleció en San Sebastián (País Vasco) en julio de 2.006 a la edad de 89 años.
Según lo que ha podido conocerse hasta la fecha, acerca del idioma sanavirón y el quechua, no existe palabra alguna que coincida con “ de Suquía”.
Aparte de ello, no queda claro cómo hicieron los españoles para hablar con los nativos y entender que éstos le decían que el río se llamaba “de Suquía”, puesto que ninguno conocía el idioma del otro. Los españoles traían un grupo de lenguaraces del norte que hablaba el kichua, pero no lengua sanavirona ni comechingona. Asimismo no hay constancias de que los sanavirones hayan dominado ese idioma peruano. El conocido historiador tucumano Lizondo Borda dice que las tropas españolas (al mando de Diego de Rojas, Gutiérrez y Heredia), en todo el tramo que va desde la falda del Aconquija hasta el Paraná y luego en el viaje de regreso hasta Tocaima (hoy Río Hondo) no encontraron indios que hablaran kichua. Tampoco mencionan esta lengua cronistas como González Prado y otros.
El kichua se hablaba en la zona del Pirú y bien al noroeste del hoy territorio argentino.
Sotelo de Narváez en su Relación de las Provincias del Tucumánde 1.582 dice que: “Además del Diaguita -que era la lengua general- se hablaban otras cuatro, como el Tonocoté, la Indamás, la Sanavirona y la Comechingona.” “Que Salavina es voz de ascendencia Sanavirona”.
Dice asimismo en la Probanza de Méritos y Servicios de Nicolás Garnica, fundador de Santiago del Estero con Francisco de Aguirre que: Los indios Salavinos, son sin duda, parcialidad de los Sanavirones y, por consecuencia, hablaban la misma lengua.
La verdadera denominación de los “Sanavirones” no era tal; si no, Salavinos o Salavirón y ocupaban zonas desde el Río Soconcho hasta Río III, concentrándose mayormente en los hoy departamentos Río 1º, Sobremonte y Río Seco. Se ubicaron al este de los indios Camiar, llamados por los españoles “Comechingones”.

Entonces, nuevamente aparece el interrogante, ¿en qué idioma se comunicó don Gerónimo para entender que los indios llamaban al río con el nombre de “de suquía”?
Y para el caso de que hayan podido entenderse ni bien llegados, vale la aclaración de Rumi Ñawi (1.992a:2), quien citando a Nardi señala: “algunos sacerdotes, luego de aprender esta lengua, manifestaron que los intérpretes les habían engañado diciendo mentiras y unas cosas por otras”.
Hasta la fecha no ha surgido indicio alguno sobre la existencia de esta palabra vasca en lengua Sanavirona. A menos claro está, que apelemos a la ocurrencia de armarla extrayendo letra por letra de otras palabras conocidas buscando no sólo en el sanavirón, sino en el quechua y en el kakán.
Según parece, más de doscientos años después de fundada Córdoba, habría aparecido en el departamento Rió 1º un cacique llamado Suquía; nombre que le fuera impuesto por la conquista evangelizadora. Asimismo también hubo otros indios llamados Villarreal, Aguirre, Heredia, Mariano Rosas, Baigorrita, etc. Realmente resultan excepcionales y escasísimos los nombres indios que lograron salvarse del reemplazo forzoso. Pero todo eso fue posterior y por el cambio de apelativos autóctonos por otros de origen hispánico.

El auténtico nombre del Río 1º seguramente permanecerá oculto entre las tinieblas. Pero, no existe fundamento alguno para tomar como verdadero lo que menciona el Acta fundacional por falta de respaldo que así lo acredite.
En efecto, no existe otra documentación, ni crónica de la época que indique la existencia de tal nombre; sólo la manifestación unilateral de Cabrera, sin posibilidad alguna de contradicción por parte de otro.

Si se hubiese dicho que al arroyo de La Cañada los indios le llamaban: “de Herrera”, le habríamos creído igual?
¿Seremos tan incongruentes los cordobeses de sostener que los indios, antes de la llegada de los conquistadores, ya le habían puesto al río un nombre español??
¿Habrá sido en señal de bienvenida???

Córdoba, octubre de 2.008.-

Respecto del tema puede consultarse también:
“El Origen del nombre Suquía” – de Carlos Paulí Álvarez – Ediciones del Copista. Córdoba 2.005.-
Ulises D`Andrea, ex profesor de Prehistoria y Antropología de la Universidad Nacional de Río IV e investigador de historia de los aborígenes de Córdoba, sostiene el origen apócrifo de las supuestas denominaciones indias para los ríos de Córdoba.
Acta de fundación de Córdoba.

November 16th, 2008 at 0:23
5
Daniel Lobos

Fernando:

Que interesante historia..!, evidentemente hay un “fino” trabajo de investigación y recopilación, por lo visto, no necesariamente refleja unas pocas horas en la tarea. Si bien sustancialmente no habra cambios sobre el tema en particular, profundiza en interpretaciones y escritos ocurridos en los primeros años de “nuestra” querida Córdoba.
Si en algo le puedo ser util desde el Noroeste Argentino y sus culturas pre-hispanicas… a sus gratas ordenes

Daniel
lobosdaniel@hotmail.com

November 16th, 2008 at 12:22
6
Dayana

Fernando,
Tu comentario ha sido más largo e interesante que el propio post! seguramente será de gran utilidad para quienes quieran saber más aún del Suquía.
Daniel,
cuando tenga un momento edito tu comentario con lo que me mandaste, hoy estoy chequeando mails solamente.
Saludos

November 16th, 2008 at 14:39
7
ENRIQUE WEISSENBOCK

Estimado Dr.Fernando Chanquìa: Desearìa que me hiciera saber si me ha dejando un comentario en mi blog de escribirte.com.ar. Si es asì desearìa que me brindara algun telefono para poder contactarme con Ud.Gracias

November 23rd, 2008 at 9:09
8
Fernando Chanquía Aguirre

Respecto de lo dicho por Daniel Lobos sobre la propaganda del Banco del Suquía en los años 80. Efectivamente, como tu lo mencionas fue este banco el que impulsó el cambio de nombre al Río 1º. Yo trabajé en ese banco desde su inicio de actividades y por eso se y me consta que, desde el banco se impulsó el proyecto para ponerle como nombre “Suquía”. El interés de la empresa fue que este hecho sirviera como propaganda al banco; así fue como en el año 1984 la legislatura local sanciona la ley que así lo sispone. No nace esta iniciativa como una reparación histórica sino, como un simple propósito comercial privado.
Saludos a Daniel.

November 23rd, 2008 at 14:18
9
Julio

“Con sus motes y apellidos” Mote: apodo- alias – sobrenombre. El cordobés es famoso por sus motes. Saben ser apócope del nombre. Nico, Tino, Pancho,Lito. O tres palabras “Cara e’cuí” y lo ves al tipo y es un cuís. Tambien sobrenombre largos y que se los llama por una palabra. Por ejemplo: Bencina, porque de lejos parace solvente o Pan Caliente: porque cuando lo viene a buscar un acreedor, la mujer sale y dice; Recien Sale. Entonces para todos son “Bencina” y “Pan Caliente” Y por último el uso de los artículos. No importe el género Y asi hay hombres que son LA Chuña, LA Garza o mujeres EL Tero, por las piernas flacas. Espero haber ayudado algo de mi Córdoba. Ah, a mí por mi segundo nombre me dicen Quique. Gracias a Dios

April 8th, 2009 at 22:53
10
Dayana

Julio,
Gracias por tu aporte!

April 11th, 2009 at 13:17
11
Javier

Hace 7 años dejé mi Córdoba para venir a vivir, por fuerza mayor, a Mar del Plata. Desde hace unos años he notado como los cordobeses de varias generaciones en el lugar suelen (solemos, yo también lo he hecho antes de darme cuenta) decir “si, soy cordobés, MUY cordobés”. Es intersante la frase. Suena casi como si el interrogado se sintiera ofendido por la duda, amén de exudar orgullo en cada letra. Por ejemplo, uno de los tantos que me dijera asi, durante sus vacaciones en la playa, fue el dr. Juárez, descendiente de aquél primer Suárez de Figeroa. Es interesante la imagen de Córdoba a lo lejos. Doblemente lejos para mi, porque si bien sigo estando en mi país, Mar del Plata hace mucho contraste con nuestro terruño. Muy joven para tener historia, muy secundaria para ser un polo tan importante y sin haber tenido otra importancia que la de ser lugar de mero recreo, aún no cuenta con la impronta necesaria para formar un carácter propio. ¡Y como se siente esta carencia! De lejos se vela a Córdoba, y entonces se percibe a la verdadera ciudad, en la que todavía se sienten sus orgullos y sus estructuras del siglo XVIII y la sociedad de tiempos del Rey, que tan bien supo reconstruir Cristina Bajo en sus culebrones.
Antes de dormirnos, mi padre tenia la costumbre de leernos a mi hermano y a mi los versos de Capdevila en el “Córdoba Azul” y los sabíamos de memoria. Estaba ilustrado con algunas reproducciones de acuarelas con paisajes cordobeses, el del río mostraba un cauce tranquilo sombreado por sauces llorones. Hoy lo leo de nuevo y se me caen las lágrimas de recordar todo esto. Desde los antepasados conquistadores hasta esos códigos internos y propios que todo grupo tiene y que se reducen a gestos, a maneras casi imperceptibles, a expreciones mínimas y un lenguaje tácito que a cualquier nivel, siempre nos deja bien claro quién es cordobés y quién no tiene el privilegio de serlo. Es enorme la cantidad de marplatenses en el extranjero y que no quieren volver o asi mismo, que se han trasladado a Buenos Aires, ciudad de la que son satélite. Pero quizás mayor sea la cantidad de veces que en Córdoba se escucha decir “Si, viviendo afuera estaba muy bien, pero no aguanté más, me volví. Aunque aqui gane dos pesos…” ¿Cuál es esa esencia tan íntima que tanto tira? Todavía no la defino bien y sería interesante hacerlo: estando lejos se siente y mucho, muy adentro. Dayana, te agradezcquedo eternamente agradecido por este pedacito de mi Córdoba que me has acercado hoy.
Atentamente,
Javier A.

PD: Respecto al acta de fundación, mi madre me contaba que la existente no es la original, que se perdió, si no que es una copia o directamente otra hecha creo que por Abreu de Figueroa o por el mismo Suárez de Figueroa, de lo que deduzco que de ser asi, la original se habría perdido en los primeros años de la ciudad. Creo recordar que según la anécdota, fue el mismo Abreu de Figueroa quien enojado con el Fundador la abría destruído junto con todo lo que él hubiera hecho, y mandado hacer todo de nuevo, desde el papelerío hasta el asentamiento. De ser asi, sería probable que el error del nombre del río no sea de Cabrera.

May 13th, 2009 at 20:32
12
Dayana

Javier,
Qué lindo tu mensaje! Tardé en responderte porque esta ha sido una semana complicada, pero me alegra mucho ser un puente virtual entre el mar y las sierras 🙂
Tengo un par de libro de Capdevila en mi casa, uno de ellos es Córdoba del Recuerdo y el otro me parece que es Córdoba azul. Tengo ganas de empezar a subir esas cosas lindas para los cordobeses nostálgicos y los que siguen enamorados de esta tierra a pesar de la distancia.
Estás invitado a volver a este pedacito de Córdoba en Internet. No puedo hacer que la pantalla de cada uno huela a tierra húmeda, yuyitos serranos ni aires de montaña, pero acá hablamos en cordobés.
Un gran abrazo a la distancia!

May 15th, 2009 at 12:20
13
liz

hola a todos es muy interesante saber qe hay un rio en nuestro pais qe se llama Suquia…y me da mucho orgullo por qe yo soy de apellido Suquia….

August 14th, 2009 at 17:17
14
max power

ta chomasa esta pagina

August 24th, 2009 at 20:32
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juan carlos vanadia

hola: Por favor, por razonespersonales,necesito el poema completo de ARTURO CAPDEVILA,sobre le rio SUQUIA,
YO ME LLAMABA SUQUIA
ESE NOMBRE ME QUITARON…..
Desde ya te agradezco desde el corazón
Cordiales saludos

juan

November 15th, 2014 at 13:44
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Juanjo

Yo me llamaba Suquía;
Ese nombre me quitaron.
Que de nuevo me lo den,
que así quiero ser llamado.

Entre lágrimas a veces,
entre lágrimas resbalo.
Y es que lloro el nombre mío;
el nombre que me quitaron.

Los álamos, cielo arriba;
los sauces, corriente abajo,
dicen Suquía… Suquía…
Suquía el viento del campo.

Aquí mi demanda pongo
entre vosotros, letrados
de esta Córdoba tan docta,
honor de universitarios.

Aquí pongo acusación
Del nombre que me robaron.
¡Que me lo hagáis devolver
tantos jueces y abogados!

Que Nostalgia… Soy cordobé en el exilio y, justamente, buscando info sobre el tan amado río que cruzaba diariamente, me encontré con esta página y tan increíbles comentarios que me sorprendieron… Se que pasaron años desde que fue hecha pero acá está… sigue iluminando..
Saludos desde Buenos Aires, donde vivo desde hace ya 30 años

September 29th, 2016 at 11:21
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Gabriela Chanquia

Hola gente linda!
Es un interés bonito el que demuestran por nuestro apellido y su origen
Gracias por el sitio
Abrazos cordiales a todos ..

Bendiciones

June 28th, 2017 at 14:36

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