07
Jul 2012

Reseña de los libros Go the F**k to Sleep y Seriously, Just Go to Sleep de Adam Mansbach

Archived in the category: 52 libros 2014

Siguiendo con los libros que me traje de EEUU hoy les traigo textos que son dos caras de una misma historia, una dedicada al público adulto y otra para niños.

La historia detrás de estos libros empieza en Facebook cuando el autor escribió en su muro que si seguía renegando para hacer dormir a su hija estaba en condiciones de publicar un libro llamado Go the F**k to Sleep. La respuestas de los demás padres fue entusiasta ante la ocurrencia por lo que Mansbach empezó a hacer circular entre sus amigos un pdf con un borrador del libro que terminó haciéndose viral al punto de conseguir que sea publicado.

Este libro es una parodia de los libros infantiles donde el estilo narrativo repite esquemas en verso para reforzar el mensaje (típico recurso de la literatura infantil y de las nanas y rondas) y donde las ilustraciones muestran tiernos niños intentando llegar al país de los sueños reporzando el mensaje humorístico del texto. De hecho en la versión apta para niños del mismo libro las imágenes son casi iguales.

Los que sepan inglés pueden escuchar el audio en este sitio (leído por Samuel L. Jackson). Y para los demás les dejo una traducción de las dos primeras estrofas:

Los gatos se acurrucan cerca de sus gatitos,
Los corderos ya se han acostado con las ovejas,
Vos estás cómodo y calentito en tu cama, mi cielo,
Por favor, ¡mierda!, andá a dormir.

Las ventanas están oscuras en la ciudad, niño.
Las ballenas se juntan en las profundidades.
Te leeré un último libro, ahora en serio, si me jurás
que, ¡mierda!, te vas a ir a dormir.

Al ser publicado el libro tuvo voces a favor y en contra. Los más radicales decían que el libro promovía el abuso infantil y que reforzaba el concepto cultural que hay en EEUU de que los bebés y chicos manipulan a sus padres cuando en realidad se trata de comportamientos naturales que las criaturas no pueden controlar.

Eso me hizo pensar en algunos capítulos de la Superniñera donde había enjendros del demonio en cuerpos de chicos donde no solo no querían dormir si no que golpeaban, les gritaban e insultaban a sus padres, los cuales terminaban llorando de impotencia, angustiados y frustrados sin saber qué hacer.

Acá encontré un ejemplo, no el más extremo de los que he visto, en You tube:

Creo que quienes han escuchado el audio o leído el libro comprenden perfectamente que esto es un texto humorístico que hace catarsis de la desesperación que causa en un padre el comportamiento del chico y su propio cansancio. Es un monólogo interior de lo que piensa cada vez que el chico en vez de dormirse empieza a decir que quiere otro cuento, quiere agua, quiere ir al baño o pone cualquier otra excusa para no quedarse en la cama.

A mi modo de ver no se trata de ninguna manera de una apología a la agresión infantil, muy por el contrario es un sano permiso para que los padres puedan decir “Amo a mi hijo con todo mi corazón pero en este momento sólo desearía que se duerma y me deje de joder”. Saber que uno tiene esa posibilidad hace que el enojo ante la situación se disipe más rápido.

Mi tío siempre le recuerda a mi prima más chica (quien es madre y reniega con su beba) que durante sus primeros meses la hubiera tirado por la ventana de su departamento porque a la noche gritaba como si la estuvieran matando. Y su hija no creció con ningún trauma psicológico por eso.

Creo que quienes se pieden lo humorístico del caso y sienten culpa por poner límites a las criaturas empiezan a alimentar lo que Pilar Sordo y Gabriela Acher han explicitado atinadamente con estas palabras: Somos una generación que le tenía a nuestros padres y que ahora le tiene miedo a sus hijos.

En cuanto a la versión del libro apta para niños, debo contarles que sólo cambia los finales de cada estrofa:

Los gatos se acurrucan cerca de sus gatitos,
Los corderos ya se han acostado con las ovejas,
Vos estás cómodo y calentito en tu cama, mi cielo,
Por favor, de una vez, andá a dormir.

Las ventanas están oscuras en la ciudad, niño.
Las ballenas se juntan en las profundidades.
Te leeré un último libro, ahora en serio, si me jurás
que cerrarás los ojos y vas a dormir.

Creo que ambos libros están muy bien y son recomendables para quienes sean padres desesperados o que quieran leerles algo antes de dormir a sus chicos. Los que si, no les lean el libro de las puteadas a los niños hasta que tengan edad suficiente para entender el sentido humorístico que encierra.

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