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Cada tanto me llegan consultas al blog o por mail de gente que busca información histórica sobre los barrios de la ciudad. Desgraciadamente, a todos les contesto más o menos lo mismo: desconozco totalmente el tema.
Más allá de eso, creo que en temas de investigación histórica la respuesta no está en internet (donde a veces es hasta difícil encontrar info de cosas que pasan hoy!) si no en archivos físicos desparramados por la ciudad y que, haciendo pura y exclusivamente uso del sentido común, deberían ser los lugares a tener en cuenta.
Para no dejar espacio a dudas, les nombro algunos: Read more »
Leyendo el libro Duendes en Córdoba de Azor Grimaut encontré algunos ejemplos de supersticiones que conocí o que me comentaron, por lo que me pareció simpático transcribirlas en este post e invitarlos a ustedes a comentar las que hayan pasado de generación en generación en sus familias.
El título viene a cuenta de que lo mencionado en el libro recoge temas de fines del siglo XIX y principios del XX, mientras que mis transcripciones son sobre cosas que vengo escuchando desde chiquita en mi casa, a fines del siglo XX y principios del XXI. ¿Quién era el que cantaba “cambia, todo cambia”? 😀
Los dejo con el listado:
– Dormir con la cabeza mojada hace mal. También está la versión, no mencionada en el libro ni con adhesión en mi hogar, que bañarse/lavarse el pelo durante la menstruación hace mal.
– Si te entra mica en los ojos te quedás ciego.
– Al hombre que se le queda pegado un hilo blanco en la ropa lo sigue una rubia.
– Si se sale una pestaña hay que guardársela en el pecho y pedir un deseo. Read more »
En los medios hace unos días salió una nota sobre un grupo de alumnos del Colegio Monserrat de Córdoba que se quedaron a la noche para ver si se encontraban con los fantasmas que rondan por el colegio hace más de 300 años.
Y la noticia me recordó que en algunos libros tenía referencias sobre estas historias, por lo que me pareció interesante compartirlas con ustedes. Espero que los monserratenses lectores del blog puedan aportar sus propias versiones 🙂
Hoy traigo tres versiones de El Pisón
EL PISON, soneto de Carlos del Franco
El Pisón, alma en pena ensombrecida,
por décadas y décadas inciertas
se asoma por ventanas entreabiertas
a contemplar la magia de la vida.
Y sin mostrar su faz envejecida
vuelve a cruzar las poderosas puertas
dejando en un sendero de hojas muertas
la huella interminable de su herida.
¡Dejadme la leyenda,viejas gentes,
que ya ha tomado vida, por fortuna
y de la nada ha sido redimida!
Que al mundo de las cosas existentes
no existe en el mundo cosa alguna
que pueda por ventura darle vida.
Referencia del Dr. Ramón J. Cárcano en su libro Mis Primeros Ochenta Años:
“El Rector CABANILLAS, ilustrado por la tradición de siglos”, habría dicho: “Viene con el huracán y se va con el huracán. Duerman tranquilos con la puerta ablerta. El Pisón entra sin obstáculos por la puerta cerrada y huye si encuentra la puerta abierta”. (…)
“Algunos años después nuevas construcciones obligan a demoler una vieja pared del tiempo de los jesuitas. Aparecen entonces una serie de conductos de aire de distintas
dimensiones como si fueran los cafios de un órgano enorme. Cerrada la puerta del gran salón dormitorio, la corriente se establece y el viento, según su intensidad, lanza sus notas formidables. Abierta la puerta, muere la corriente y el órgano calla”.
Referencia de Efraín Bischoff en su libro Imagen Biográfica del Dr. Manuel Lucero
“[Hablando sobre las fugas] de los alumnos internos y las visitas que estos se hacían de celda a celda, en altas horas de la noche, las autoridades del establecimiento ordenaron a un sirviente que disfrazándose de fantasma, recorriera los claustros y atemorizara a los alumnos. Uno de ellos fue sorprendido en el acto de salir de su celda, y fue tal el susto que se dió que cayó desmayado, creyendo en verdad encontrarse en presencia de un ser del otro mundo.” (…)
“al cabo de algunas semanas supieron los alumnos que el fingido fantasma no era otro que un modesto hombre de servicio y resolvieron jugarle una regular pasada: En uno de los apartados claustros cruzaron una fuerte cuerda, y llegada la media noche salieron al claustro y empezaron a alborotar. El sirviente vestido con su traje de visión se dirigió a aquel sitio, y viéndole venir, todos los muchachos prorrumpieron en gritos de terror y huyeron, al parecer atolondrados.
Quiso el buen hombre perseguirlos,echose a correr, y tropezando con la tendida cuerda, fue a medir con su pobre humanidad el suelo.
Vuelven los alumnos y ante el maltrecho fantasma se entretienen en darle una buena manteada y en gozarse de su estado.
Es fama que el sirviente renunció ante el Rector del Colegio al cargo de “vigilante fantasma”.
Es del caso, que esto aconteció durante las epocas en las que Lucero estuvo en el Convictorio” [antes de su egreso en 1835].
Fuente: Del Monserrat al Montserrat, Mario Argüello. Alción Editora. 1993
Hace mucho tiempo y a trastiendas de la vieja aldea -allá por el “Barrio de Las Quintas” (actual San Vicente, inaugurado el 19/6/1870 por Agustín Garzón), un buen día entró a la Peluquería de Don Gómez, que estaba cerquita del viejo matadero (inaugurado en el ano 1858); un popular personaje de aquellos dominios a quien apodaban “EI Cordero” (por su abultada cabellera) y que no tenía ocupación fija, pues solía con asiduidad cambiar sus actividades laborales con pasmosa transición, desempeñando por ejemplo en una jornada diversas ocupaciones.
Precisamenteen ese local “esperando sus respectlvos turnos”, estaban entre otros: “Plato de Leche”, personaje que se desempeñaba como Inspector de La Carreta (Empresa Tranway Colonia San Vicente, inaugurado en el año 1881), “EI Chino Maidana” (funcionario de La Movible, posteriormente Escuadrón 0 Guardia de Seguridad,etc.), Serapio Peralta (mas conocido como “Cara de Molde para hacer Diablitos”) etc., etc.
Todos los presentes se sorprendieron de la presencia del “Cordero”, sobre todo por ser poco afecto a dejarse cortar sus “acolchonados cabellos”. Motivo que dio lugar para que alguno de los clientes de Don G6mez el peluquero, exclamara: “Señores miren quien viene…!, “EI Cordero” y parece que el hombre viene con la intencion de “rendirse (cortarse eI pelo). Lo cual provocó la carcajada de la concurrencia.
Luego de los saludos de práctica, el recien lIegado sentose en una silla que estaba ubicada entre “Plato de Leche” y “Cara de Molde para Hacer Diablitos”. Este último, preguntole a “EI Cordero” en qué actividades andaba, contestándole el interrogado: “Estoy conchabado de lacayo fúnebre en una empresa mortuoria y por mi buen comportamiento me han ascendido como “Conductor de Carrozas de Doble Yuntas” (es decir de 4 caballos).
AI enterarse de ello, uno de los presentes pidiole a “EI Cordero”, que avisara a los muchachos cuando tuviera un servicio funebre para “algún rico, a fin de ir a tomar unas copas al velatorio y dar un paseo en coche de plaza hasta el cementeno” (Costumbre muy arraigada entre la muchachada de aquellos tlempos); contestando “EI Cordero”, que precisamente habra venido a cortarse el cabello, porque tenía un servlclo de categoría e iria a debutar como “Conductor de Doble Yuntas”, agregando que se había probado frente al espejo el jacquet y la galera y que parecía como un Presidente de la Nacion con esas prendas.
Cuentan que casi todos los cllentes de Don.Gómez, “se anotaron” para concurrir al velatorio y al entierro que al día sigulente se realizaría en el Cementerio San Jerónlmo (inaugurado en tiempos de Manuel Lopez “Quebracho”, en abrll de 1843).
Ocurrio que después del velatorio donde bebleron cualquier cantidad de bebidas finas, al otro día los muchachos ocupando varios coches de plaza, llegaron hasta la necrópolis, donde luego de la ceremonia de inhumación de los restos mortales del rico, decidieron para rematar el evento, hacer “una parada” en un boliche ubicado en la vieja “Bajada de Baracaldo”, situación que fue comunicada a “EI Cordero”, quien después del servicio se hizo presente en aquel lugar con su coche fúnebre, creyendo que no sería mucha la demora.
Pero resultó que entre copas y copas, los muchachos y “EI Cordero” se emborracharon y para colmo de los males se había desatado una lIuvia torrencial que no daba oportunidad de abandonar el referido boliche.
Lo verdadero y cierto fue que como consecuencia de esa demora al día siguiente la Empresa Funebre donde trabajaba “EI Cordero”, denunció en la Comisaría respectiva el robo de una de sus carrozas fúnebres de doble yuntas, conjuntamente con su conductor y acompañante.
Según el sumario policial los elementos desaparecidos fueron ubicados cerca del actual Puente de La Tablada, agregando el informe que en el interior de la carroza, hallaron a su conductor, el susodicho “EI Cordero”, conjuntamente con su acompañante, a un vigilante de la policia y a otros sujetos profundamente dormidos, entre envases vacíos de bebidas alcohólicas, “sin haber sufrido daños los elementos denunciados…”.
Extraído de Para recibirse de cordobés. Un emotivo tratado de cordobesía de la Córdoba culta, de Arturo Romanzini. Córdoba 1983.