Siguiendo con las reseñas de los libros de la colección Ciencia que ladra, hoy les traigo un título que nos explicará como la ciencia llegó a descubrir la unidad mínima que conforma todo el universo: el átomo; un “algo” que nadie ha visto salvo en algunas experiencias de laboratorio recientes en las que aparentemente se ha logrado sacar una instantánea de alguno que otro de ellos. De ahí la pertinencia del subtítulo del libro: “o cómo los científicos imaginan lo invisible”.
Desentrañar la historia de este cuasi santo grial científico será un viaje en el tiempo apasionante donde veremos que desde los griegos y los romanos la filosofía viene hablando de que hay algo que no podemos ver pero que es lo que hace que las cosas sean como sean.
Más allá de las discusiones de aquel momento en torno al tema, pasarían muchos siglos y cambiarían los escenarios donde se continuaría destripando la teoría atomista para llegar a una conclusión que conformara a la comunidad científica del momento y que asentara las bases para la ciencia futura.
Este libro tiene muuuucha historia sobre la química porque fueron precisamente sus estudiosos quienes más batallaron para definir y aislar los elementos que irían armando este rompecabezas universal. Así, a lo largo de las páginas nos encontraremos con Dalton, Lavoisier (un viejo conocido por sus peleas con Joseph Priesley en Científicos en el ring), Kekulé, Mendeliev* y muchos otros nombres que harán las delicias de grandes y chicos con los avatares en torno al atomismo.
De refilón también nos enteraremos de hechos históricos que iban sucediendo a la par de los estudios y descubrimientos.
Me gustaron especialmente estos temas:
– El capítulo sobre las mujeres en la ciencia y las salonniers.
– Cómo se descubrió el daltonismo.
– El primer congreso mundial de ciencia.
– La conformación de la tabla periódica de los elementos.
Las 5 mejores cosas que tiene Había una vez el átomo:
- El libro está tan bien escrito que hace que uno se olvide que está leyendo sobre una de las materias que la mayoría de los mortales ha detestado en el colegio.
- No tiene un vocabulario excesivamente técnico.
- Logra mechar los grandes avances de la ciencia con los conflictos humanos que iban enfrentado sus protagonistas en su día a día.
- Demuestra que es posible una ciencia con imaginación para poder pensar en la resolución de problemas o para adelantarse a la tecnología que permita realizar las experiencias en el laboratorio. Obviamente la línea entre imaginación y charlatanería muchas veces es tan fina que solo con el paso del tiempo se puede ver de qué lado cayó una loca teoría esbozada por un respetable científico.
- Hace pensar.
¿A quién le recomiendo este libro?
– A todo el que quiera leer en buen libro sobre divulgación científica.
– Ideal para aquellos que quieren estudiar alguna carrera relacionada con química o que la tendrán como materia.
– Quienes estudien física o estén interesados en ella también podrán sacarle provecho y encontrar menciones a la física cuántica.
– Excelente para docentes de esta especialidad, de hecho el autor ha armado una guía de trabajo para el aula disponible on line.
Para los interesados en comprar el libro, les dejo los datos bibliográficos:
ISBN 978-987-1220-93-9
Autor: Gellon, Gabriel
Editorial: SIGLO XXI EDITORES
Colección: CIENCIA QUE LADRA
240 páginas
Precio: $45
Dónde comprarlo: la colección está disponible en cualquier librería de Argentina.
Compras online: en cualquier site de librerías argentinas pueden comprar el libro desde otros países.
Quiero agradecer muy especialmente a Laura, encargada de prensa de Siglo XXI, quien amablemente me envió ejemplares de la colección para hacer las reseñas.
* Entre los 300 libros iberoamericanos recomendados para niños y jóvenes por el Plan Nacional de Lectura está “El Químico De Las Profecías. Dimitri I. Mendeléiev” del mexicano Horacio García (1era ed. 1990). Sin embargo, este libro no se comercializa en Argentina según lo que pude averiguar buscando en las webs de algunas librerías.