Ubicado frente a la Plaza San Martín, sobre calle San Jerónimo N° 66, el Teatro nace a partir del impulso de Francisco Espinosa Amespil, empresario cordobés residente en Buenos Aires y que, en la década del 20 adquiere la propiedad para convertirla en uno de los más importantes teatros de Argentina.
El arquitecto Gustavo Gómez Molina comenzó las obras en 1925. Para la Sala Principal, en forma de herradura, se tomó el esquema originario del teatro barroco, con palcos avant-scene y tres niveles de pullman.
La fachada, de cuatro pisos, fue decorada con relieves y molduras por el destacado artista plástico Carlos Camilloni.
El 30 de junio de 1927, luego de casi dos años de trabajos fue inaugurado el Real Cine Theatre, con una función exclusiva para invitados y el 1°de julio se abrió al público anunciando los estrenos de “Stella Dallas o Madre mártir” y “Las chicas de Bataclán” de la Metro Goldwyn Mayer.
El “palacio del cine y de la música” –como lo llamaban- organizó funciones para todo tipo de público: ”jueves de moda”, “fiestas dominicales de los niños” y el 8, 9, y 10 de julio ocupó la sala la afamada intérprete de la poesía Berta Singerman.
Además, desde el segundo piso se pusieron al aire las transmisiones de radio I4, que más tarde se convertiría en Radio Central, antecesora de LV2.
En marzo de 1930 se proyectó la primera película sonora en castellano: ”Sombras de gloria” con Monna Rico y José Bohr y en el mismo año se exhibió un documental sobre el derrocamiento de Irigoyen.
Pasaron por el Real Cine Theatre figuras como Agustín Magaldi y Pedro Noda, Wanda Landowka (clavecinista rusa), el pianista polaco Ignacio Friedman y el tenor José Mojica, para citar algunos.
La excepcional acústica de la sala se convirtió en un sitio obligado para desarrollar una rica vida musical.
En la década del 60 adoptó el nombre de Cine Brunino, viéndose reducida la programación sólo a lo cinematográfico.
En 1977 el inmueble fue adquirido por el Banco de los Andes, de vida efímera, ya que la entidad bancaria fue liquidada y el edificio se deterioró tras varios años de abandono.
En la década del 80 lo recuperó la Secretaría de Cultura de la provincia, al cabo de un litigio de varios años, siendo acondicionados el primero y segundo piso y el amplio hall de ingreso.
En el marco del Tercer Festival Latinoamericano de Teatro (1989) se realizó la primera puesta en escena en la sala que fuera desvastada por un incendio. El TEC (Teatro Experimental de Córdoba) representó “1521.La Conquista”, obra de Jorge Pinus y Víctor Moll.
En mayo de 1990 la Comedia Cordobesa estrenó “Cabaret Bijou” bajo la dirección de Alfredo Zemma en la sala mayor, por entonces un amplio recinto sin butacas y sin escenario, debido al incendio.
Este estreno marcó un hito: el espacio se recupero no sólo para el teatro sino para la Comedia Cordobesa, que compartía sala en el Teatro del Libertador.
Durante esta década prosiguió el arreglo del edificio, reconstruyendo la sala principal, instalaciones de maquinaria escénica, camarines, depósitos y baños. Se programaron espectáculos de variada índole y la Comedia se destacó por la representación de un repertorio de autores nacionales y clásicos del teatro universal.
A sugerencia de la Comedia se impuso a la Sala Principal de nombre de Carlos Giménez, en homenaje al destacado director cordobés, de notable trayectoria en Venezuela y con reconocimiento internacional.
En 1999 se puso en marcha el plan de rediseño del edificio para rehabilitar los espacios donde desarrollaban las actividades los cuerpos artísticos: Comedia Cordobesa, Comedia Infanto Juvenil, Teatro Estable de Títeres y Seminario de Teatro Jolie Libois.
Se adaptó el antiguo sótano y ámbitos del primer piso para salas bautizadas con el nombre de Azucena Carmona y Jolie Libois, respectivamente, dos destacadas actrices de las etapas fundacionales de la Comedia Cordobesa y la Sala Eugenio Filipelli, su primer director.
El Teatro Real se constituyó en uno de los polos de atracción artística más importante de la provincia, con una prolífera actividad en todas las áreas del arte y la cultura, donde, además de sus cuerpos artísticos tienen espacio las más variadas manifestaciones culturales.
Fuente: Gobierno de Córdoba