Estos libros también vinieron desde la BEA en Nueva York y pertenecen a la editorial independiente Sem Fronteiras Press que publica libros para niños en tres idiomas en EEUU.
Esta empresa tiene como impulsores a la brasileña Beti Rozen junto a su esposo Paul Hays (estadounidense).
En este post revisaré tres de los libros que forman parte del fondo editorial.
O sonho do guerreiro (2000)
Este libro tiene su versión en inglés y en portugués y yo lo recomendaría desde los 11 años.
La historia que narra es el encuentro entre un guerrero indio y los conquistadores portugueses cuando “Brasil” apenas era el nombre de un árbol.
El joven guerrero realizará un viaje junto a los conquistadores a medio camino entre el sueño y la realidad.
En el relato aparece Curupira, un personaje conocido en las leyendas brasileras y muy relacionado con la concepción ecológica que las diferentes tribus que habitan nuestro país vecino tienen del consumo de elementos naturales para vivir.
Hermoso libro, excelente el relato y muy buenos los dibujos de la ilustradora Graça Lima.
A heart alone in the land of darkness (2004)
Este libro cuenta la historia de un corazón que busca un ser sensible en donde quedarse a vivir.
Primero ve a un hombre de negocios que no se interesa en él, luego habla con un poeta que quiere “sentir” para poder escribir y conquistar a una chica pero que no quiere sufrir por amor; más tarde se cruza con un dictador y finalmente con una periodista caza-primicias.
La única persona que el corazón encuentra con disposición para recibirlo es una nena que tiene la lucidez para ver los colores del mundo que la rodean.
Para mi gusto fue demasiado literal y con una emotividad que apunta más a criticar el mundo de los adultos desde un autor adulto. Después de todo en el entorno cercano de una criatura no hay hombres de negocios ni dictadores temibles, hay padres que no dejan de trabajar y que cuando lo hacen en lugar de disfrutar el tiempo con ellos están de mal humor o les gritan.
Sería bueno que alguna vez los libros para chicos tuvieran una mirada crítica sobre el rol de los padres (aunque los muy caraduras no los comprarían, así que no creo que funcione mi idea 😛 )
Otra cosa “curiosa” del libro es la caracterización del dictador que maltrata a su pueblo ¿No hubiera sido bueno también poner a un señor de traje apretando botoncitos para enviar misiles a otros países?
Está recomendado desde los 5 años.
Tenemos que encontrar a Froggy (2006)
El último libro se ha publicado en versiones en inglés y en español y yo lo recomendaría para chicos desde los 5 años.
La historia empieza cuando después de ir a comer a un restaurant Luis le dice a su mamá que se han dejado olvidado a Froggy, su rana de peluche. Los padres del chico empiezan una campaña para encontrar al muñeco o, al menos, conseguir uno igual.
El libro se termina con la mamá y el niño entendiendo que Froggy es sólo un juguete y que lo importante es el amor entre la mamá y su hijo.
Me pareció que el planteo inicial tenía atractivo pero que el desarrollo eligió el lugar menos interesante para contar la historia. Haré la salvedad de aclarar que este libro parte de una anécdota real de la autora con su hijo… por eso es que, al igual que en el libro anterior, me parece una historia escrita desde la óptica de un adulto para que la interprete otro adulto.
En un párrafo dice literalmente:
– ¡Está bien! -gritó papá. Hubo un silencio- Sólo es un amfibio de peluche -dijo entre dientes.
– Froggy -gimió Luis. Ahora extrañaba a su amigo.
Mamá gruño y le dijo a papá en un susurro:
– Estás lastimándolo.
Creo que es un típico ejemplo de un adulto que interpreta cualquier cosa como lastimar los sentimientos de un chico.
Si esta madre no le enseña a la criatura a lidiar con la frustración y el dolor ante una pérdida de algo tan fácilmente reemplazable como un peluche, cómo va a esperar que en su vida adulta ese chico tenga la fortaleza necesaria para lidiar con pérdidas de seres queridos, de trabajo o de otro tipo.
Como dijo Gabriel Rolón:
Hay personas que tienen horror a que los hijos se frustren ¿viste? (…) La tolerancia a la frustración hay que ir desarrollándola. (…)
Si no desarrolla esa capacidad de frustración, ante cada hecho en la vida que se va a llevar por delante que lo frustre un poco no va a tener respuesta para eso y se va a angustiar, se va a poner agresivo, va a tener otro tipo de actitudes.
La tolerancia a la frustración es algo que se enseña desde niños y para mi gusto si este libro estaba destinado a dar un “mensaje” podría haber sido ese. Quizás en algún punto lo hizo, pero no de una manera directa.
Por otro lado, si es por historias de juguetes perdidos, me quedo toda la vida con el tratamiento lleno de humor, aventuras y peligros de Toy Story o con la historia de El soldadito de plomo de Andersen.