Aunque parezca algo fácil, obvio y más sujeto a presupuesto que a otras cuestiones, la elección de un hotel en Córdoba o en la ciudad que sea, para alojarse en un lugar al que se va por primera vez puede determinar que nuestros recuerdos carguen con un abanico de posibilidades que vayan del amor al odio debido a factores tan externos a él como son las distancias a recorrer, el tráfico, la polución auditiva, los servicios de esparcimiento cercanos, etc.
En primer lugar, repasemos los puntos relacionados intrínsecamente con el hotel y sus comodidades:
- Ubicación: céntrico, en un lugar de interés histórico/cultural/paisajístico, cerca de un aeropuerto/estación de tren/terminal de ómnibus.
- Comodidades: qué comodidades ofrece y cuáles podríamos, efectivamente, llegar a utilizar.
- Precio: no solamente el precio de contado si no también promociones, precio diferencial para viajeros de negocios, opciones de pago, etc.
En segundo lugar, tenemos los puntos referidos a nuestras ocupaciones y uso del tiempo durante nuestra estancia en la ciudad:
- Motivo del viaje (actividad primaria): puede ser por trabajo, por conferencias, actividades culturales, educativas, recreacional, etc.
- Valor relativo del tiempo: hoy el tiempo es considerado un activo para todos. Sin embargo, quienes estén visitando una ciudad en sus vacaciones están más dispuestos a “perderlo” que quienes estén allí por negocios.
En este punto el viajero deberá examinar si las actividades principales de su viaje le permitirán aprovechar los paseos de compras, gastronomía y espectáculos que la ciudad ofrece o si su único recuerdo será la vereda del hotel y el trayecto que lo lleve de vuelta al aeropuerto. - Movilidad: viajar en auto supone tener la libertad de moverse por la ciudad pero, al mismo tiempo, significa lidiar con el tráfico, con el desconocimiento de las calles por más nomenclador o plano que se lleve a cuestas, pelear con(tra) la idiosincrasia de los conductores de esa ciudad, tener que manejar estando cansado, tener la preocupación por la seguridad del vehículo, etc.
- Acompañantes: viajar solo o en compañia de la pareja, familia o colegas influirá también en la forma de movernos durante la visita a la ciudad.
Después de revisar estos puntos, algunos de los ítems a tener en cuenta para elegir un hotel en una ciudad son:
- Ubicación del hotel respecto a la actividad primaria: de esta manera se optimizarán tiempos y, posiblemente, costos de transporte.
- Ubicación del hotel respecto a acompañante/s: es muy común en el casos del turismo de ferias y congresos que los asistentes vayan acompañados de sus parejas quienes, en plan de vacaciones, aprovechan el tiempo para pasear, conocer, salir de compras, etc. Por lo tanto, es posible que un hotel que cuente con esta oferta en un radio cercano pueda resultar más conveniente que para aquellos que viajan solos.
- Actividades secundarias: en el caso de disponer de tiempo libre, ¿Cuáles son las actividades que disfrutaría realizar? ¿Las ofrecidas por el hotel como pueden ser spa, gimnasio, piscina, etc? ¿O preferiría conocer la ciudad, su historia, su cultura, gastronomía, vida nocturna, etc?
- Lista de No: saber que es lo que no se desea bajo ningún punto de vista es una buena opción para descartar rápidamente los establecimientos que de ninguna manera entrarían en nuestras opciones para alojarnos. De esta manera podrían descartarse hoteles muy alejados, ubicados sobre avenidas de alto tránsito, que no tengan áreas de esparcimiento cercanas, etc