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12
Sep

La restauración nacionalista en Cordoba

Archived in the category: Arquitectura y constr de Córdoba
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Texto extraído de La Arquitectura en Córdoba y su historia – Compilación de escritos del Arq. Rodolfo Gallardo. Editorial Nuevo Siglo. Córdoba. 2003.

La restauración nacionalista

El lector habitual de estas líneas no se engañe ver en estas combinación de palabras algo de rosismo por lo de “restauración” que recuerda a “restaurador” y algo de “nazismo” como suena a nuestra imprecisa dicción lo de nacionalista.

Fue la Restauración Nacionalista un movimiento de ideas que lideró Ricardo Rojas en la primera década de este siglo y que tuvo intérpretes en lo como Martín Noel, Angel Guido, Jaime Roca, Héctor Greslebin, etc.. y en lo literario en Manuel Gálvez, Fernán Félix de Amador o Enrique Larreta.

América, en general, la Argentina, en particular, deslumbradas por Europa, por Francia en lo singular, habían aceptado una penetración pacífica por vías de lo cultural y la entrega había sido paulatina y total.

Triunfante Roque Sáenz Peña el 10 de abril ie 1910 y cuyas decisiones fundamentales cambiarían el panorama político argentino, le dará a la Casa Rosada un clima versallesco, vistiendo a los modestos ordenanzas de peluca, calzón corto, medias blancas y zapatos con hebillas.

Hay, sí, un deslumbramiento, como si se judara de la tradición nacional. Cuando la sociejad del Centenario festejaba este impensado desa- ~0110 al que había llegado la austera república disenada Por los hombres de Mayo. Cuando la tarea agropecuaria era cantada por Lugones en la “Oda a los ganados y a las mieses”; cuando la inmigración creyó encontrar en las fértiles praderas de la Pampa húmeda la arcadia feliz tantas veces pergeñaron los filósofos utópicos, negros nubarrones se ¡nsinuaban con persistencia sobre el panorama y se desencadenarían al fin de la segunda década (en enero de 1919) cuando los primeros grupos de anarquistas conmovían los ámbitos porteños con la Semana Trágica.

Tampoco debemos persistir en la imagen rosa de una inmigración ordenada y obediente, dispuesta a aceptar, a cambio de la acogida, todo cuanto contribuyera a la paz interna. Nuevos hombres que no eran máquinas que se las pudiera programar, nuevos hombres con nuevas ideas, al concepto comente de lo cuantitativo, al que se recurre siempre en la reflexión de la inmigración, hay que verlo también desde el m6s subjetivo plano de lo cualitativo que se lee en las denuncias de los pensadores que, como Manuel Gálvez, hablan de “la inmigración extranjerizante y cosmopolita”.

Dije que la entrega fue total. Y una entrega es total cuando, penetrando sutilmente en algunos de los estamentos sociales, está alerta a penetrar en las Iíneas de sutura con los otros: abriendo caminos nuevos, alentados por las grietas que se producen indefectiblemente en los países efervescentes de cambio.

Así, Margarita Gautier y Le Moulin Rouge serán personajes y escenarios cotidianos al porteño medio y pasarán al interior en el avance de la literatura tanguística, mientras en los altos círculos universitarios, Pierre Loti y Anatole France eran leídos y comentados, constituyendo el modelo francés en una meta de ascenso. Se había perdido la brújula de lo nacional.

Muchos años después, el 9 de setiembre de 1959, al incorporarse André Malraux como miembro correspondiente en Francia, de la Academia Nacional de Bellas Artes de la Argentina, lo expresó claramente: “La humanidad no es grande sino cuando camina al encuentro de su sueño. Jamás se libera de él; o bien las naciones lo encuentran o bien caminan hacia el sueño de los demás. Reconozcamos que existe la colonización del espíritu”.

Es en ese clima de aprestos y expectativas de los festejos del Centenario, cuando en las modestas rotativas de la Cárcel Penitenciaria aparece el libro de Rojas que daría nombre al movimiento.

Don Ricardo no anda con ambages y de entrada pone una pica en Flandes: “Vengo a turbar la fiesta del mercantilismo cosmopolita …, así ha de endurecerse la lanza en la moharra para herir más adentro, así ha de aguzarse el barco en la proa para hender más fácilmente las densas aguas del mar … para dar a nuestro pueblo de inmigración una conciencia social que haga de la Argentina un pueblo creador de cultura en el concierto de la vida internacional”.

Luego Rojas escribe “Eurindia”, vocablo compuesto por él con Europa e Indias; y Manuel Gálvez, “El solar de la raza”. Y si para todo pueblo es legítimo en el plano de la reflexión teórica recurrir a sus ancestros en la búsqueda de una identidad que lo singularice, cuando estas ideas quisieron cobrar materialidad en los hechos arquitectónicos y surgió el Movimiento de la Restauración Nacionalista, ávido de recuperar un lenguaje expresivo e identificatorio de lo nacional, no lo encontró fácilmente en un territorio con culturas prehispánicas sin fuertes presencias arquitectónicas ni urbanísticas.

Y como la teoría había tenido aceptación, hubo que buscar afanosamente los recursos en dos vertientes que no traducían con claridad el pensamiento teórico: o bien se aceptaba la cultura hispánica como la más antigua que se conocía en la región, o se recurría a otros pueblos de la América precolombina cuyas culturas de mayor desarrollo no pudieron borrar los conquistadores. Esto se hacia sólo a cuatro décadas de la política de despojo territorial del indio que no fue integrado a las vas circunstancias en acto.

Martín Noel. Angel Guido, Héctor Greslebin. José Grana, Angel Pascuai iniciaron, entre otros, la arquitectura neocolonial de valoración del pasado. Juan Kronfuss, profesor húngaro desde la Universidad de Córdoba, proveía un minucioso trabajo de relevamiento del repertorio formal de monnumentos y ruinas del pasado y Vicente Nadal Mora hacía algo similar y pedagógico desde Buenos Aires.Capilla Hospital Vicente Agüero, Jesús María

Quedan aún obras que son testigos florecientes de ese momento de la cultura argentina. Estanislao Pirovano levanta en la calle Florida la sede del edificio del diario La Nación, con “indiátides” arequipeñas; Jaime Roca en Córdoba envuelve el Colegio Montserrat con un estilo colonial más rico que lo que originalmente era la obra adusta de los jesuitas; Juan Kronfuss levanta El Cortijo para don Vicente Agüero, en Jesús María, y el hospital con capilla en la misma localidad, centro de salud que hoy lleva el nombre de su benefactor.

Cerca de Arias, para el escritor uruguayo Carlos Reyles y cerca de Alta Gracia, para el escritor Enrique Larreta, Martín Noel levanta el casco de la estancia El Charrúa y El Potrerillo, imitando las solemnidades del Cuzco y la gracia Y riqueza de la arquitectura del Callao.

Pero creo que allí esta el punto final de esta reflexión: ¿Cuál era entonces. para la segunda década del siglo, el estilo arquitectónico de los argentinos? ¿Para qué sirvieron los prolijos relevamientos de Kronfuss y sus románticas plumas -que hoy se las valora por ellas mismas- si en la búsqueda de lo nacional privó la tentación de buscar piración en los restos arqueológicos de otras naciones americanas que nos resultaban en ese entonces más exóticas que la misma Europa?

La respuesta más aproximada es la que dieron los arquitectos José Xavier Martín y José María Peña cuando dijeron: “La obras edificadas respondiendo a estos móviles de la Restauración Nacionalista no están a la altura de la exaltación combativa que animaba a sus autores. No sólo cayó el ideal nacionalista en la trampa de la teoria de los estilos, al haber querido inventar el suyo propio, sino que fue víctima de la ilusión de creer posible en la búsqueda a priori de un arte nacional.”

Y salpicando aquí y allá las manzanas cordobesas, volvieron los techos de teja colonial, los ricos portales, los escudos heráldicos en la decoración, pero como algo anecdótico, sin ataduras reales, como raíces adventicias, porque no hay analogías en la historia y el tiempo sigue su camino sin detenerse, como las aguas siempre cambiantes del Suquía.

Lunes 27 de enero de 1986

04
Sep

Arquitectura del Palacio de Justicia de Córdoba

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Posted by: Dayana Barrionuevo - 5 Comments

Se concursa en 1925 resultando ganadores los arquitectos Jose Hortal y Salvador Godoy, y la construcción finaliza en 1936.

Tipológicamente constituye un ejemplo de neoclasicismo ortodoxo, que encuadra dentro de las normas prescriptas para la arquitectura en el siglo XIX, a pesar de su tardía realización.

Simétrico. los cuatro ingresos dispuestos en los ejes de la composición y los tres patios ordenando las oficinas, ubicadas a lo largo de circulaciones centrales lo corroboran.

En el eje principal definido por dos de los pórticos se ubica el “salón de los pasos perdidos”, el espacio más significativo del edificio, de doble altura, cubierto con una bóveda de caíion comdo, en realidad un cielonasa, que está planteado a la manera de las basilicas romanas, sede de la administración dePalacio de Justicia de Córdoba - Fotos y plano
justicia, en una clara alusión a ella. La galería que lo rodea se abre a los patios menores permitiendo la iluminación de este gran ámbito tratado en mármol y revoque blanco. Las monumentales columnas corintias del salón, así como las jónicas del pórtico principal y la sucesión de pilastra dóncas adosadas a los muros de fachada, la “composición” de la envolvente en general, muestran el academicismo clasicista de la época.

Parece interesante seiialar que los mismos arquitectos presentaron al concurso otro proyecto, también premiado, con el mismo planteo tipológico-funcional, pero resuelto en el lenguaje neo plateresco, del movimiento “restauración nacionalista“. que muestra el eclecticismo del momento.

Extraído de 1573-2000 Arquitectura de Córdoba, de Adriana Trecco.

18
Aug

Córdoba de las campanas

Archived in the category: Arquitectura y constr de Córdoba
Posted by: Dayana Barrionuevo - 21 Comments

Volviendo a escribir un poco sobre las cosas lindas de mi provincia, les traigo este poema de Arturo Capdevila, Córdoba de las campanas.

Eran unas dulces
claras notas finas.
Eran las campanas
de las Catalinas


Eran un canto alado
como de promesa.
Eran las campanas
de Santa Teresa


Eran una voz
diciendo un distinto.
Eran las campanas
de Santo Domingo


Eran una voz mansa
llamando al aprisco.
Llamaban a misa
las de San Francisco


Eran unas voces
de amor hecho sed.
A misa llamaban
las de la Merded

Eran una voz llena
diciendo María.
Eran las campanas
de la Compañía


Eran unas notas
de bronce y cristal.
Con altos acentos
ahuyentando el mal


O Gloria diciendo
con el claro metal.
¡Eran las campanas
de la Catedral!


Serán como risas
cuando rien dos,
rebiques del Huerto
y del Niño Dios.

Y como regalo para que vean las iglesias de Córdoba, este video de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Córdoba

21
Jul

La vivienda natural, regida intuitivamente en su concepción por las más elementales premisas estructurales y siguiendo los lineamientos de una estricta función a cumplir, fue adoptada por el propio conquistador, y ha subsistido en una permanencia formal, funcional y técnica en los lugares más apartados de los centros civilizados, como una respuesta espontánea a los condicionamientos naturales.

No sólo en las pampas, armado en la vecindad del ombú y la aguada, sino también en las sierras junto al árbol, como llaman por antonomasia al algarrobo, y a los hilos de agua donde “llora” la vertiente, el rancho cuya tipología funcional es prácticamente la misma, va cambiando con el clima y los recursos naturales de la región.

En la vecindad de las grandes estancias formadas en el período hispánico o a poca distancia de los centros poblados por los conquistadores, hubo conjuntos de ranchos llamados “rancherías”, a veces protegidos por cercos perimetrales de garabatos, acacias negras o tunales.Paisaje, Florencio Molina Campos

Pero el rancho aislado, solo, como un hito con su propio “locus”, es la manera mástotidiana de su definición.

Desde la lejanía se percibe la mancha arbórea, su gran copa protectora que le adiciona al rancho una extensión sombreada indispensable para la vida. El árbol sirve de cobijo al rancho, le condiciona el clima y oficia de alacena. El rancho protege sólo una pequeña cantidad de enseres y lo demás cuelga o se recuesta en el árbol, que es depósito, ropero y despensa. Sobre el árbol penden jaulas y tramperos de pájaros, en sus ramas duermen de noche las gallinas, de su tronco están atados algunos perros malos, mientras que los otros, en gran cantidad, se ovillan de día y vigilan de noche. O sea, que con un concepto extensivo, el hábitat supera al rancho, donde sólo se realiza el estar nocturno mientras en su entorno gira la vida cotidiana.

Entre la habitación cerrada y la abierta intemperie, Ia galena sirve de filtro, provocando un
lugar intermedio donde prácticamente se vive toda la jornada.

Allí se cocina, se toma mate, se trenzan los tientos de cuero y se realiza la tarea de telar. A diferencia
de otras costumbres ancestrales, como en Centroamérica, aquí es la mujer la que teje y el hombre el que trenza. La mujer la que cocina y el hombre el que asa, en una armónica repartición de roles.

Desde el punto de vista técnico, el rancho, como toda habitación espontánea, emplea en su construcción una natural sabiduría. Dos horcones de árboles más o menos derechos, son plantados
con parte del cabezal de las raíces a una distancia a igual luz del palo que servirá de cumbrera y apoyo de sus abrazaderas. Cuatro horcones menores marcarán, dos de cada lado, la altura de la pendiente. Transversalmente, ramas menores servirán de alfajías. A veces, en los bordes, a manera de pares de armaduras, se refuerzan con otras ramas gruesas. Sobre todo este esqueleto, se coloca en las pendientes cañas muy próximas unas a otras, quedando vistas desde el interior. En la parte superior un terrado de barro que luego se solidifica, forma una losa elemental donde se coloca, por último, paja o jarilla.

Las piezas horizontales de tronco, se ajustanma los horcones por medio de lonjas de cuero mojadas previamente, lo que les otorga mayor flexibilidad y al encoger en el secado, hacen solidarias
las piezas de la estructura.

A veces, uno de los faldones se prolonga total o parcialmente para proteger la cocina o producir
la galería. En ambos casos, quedan libres los pies derechos. No ocurre lo mismo con las paredes
perimetrales de la habitación, que se cierran con el barro amasado con paja y estiércol, cubriendo la
estructura.

Estas habitaciones son relativamente generosas, de 5 por 4 metros, y tienen pequeñas aberturas
con dintel de madera. Las dimensiones de las aberturas se deben a la poca fácilidad de encontrar
cómo cerrarlas, ya que estructuralmente las paredes son sólo cerramientos no portantes. La estructura
fundamental es una jaula.

El piso es de tierra apisonada. Las puertas llevan un bastidor que se prolonga y penetra en el
umbral y en el dintel, en perforaciones que permiten el movimiento. El marco se refuerza formando
un resercado muy simple, sin ninguna concesión decorativa.

No es raro encontrar en las galerías enredaderas de hojas caducas. que en la temporada estival
ponen una verde cortina protectora. Allí también se amontonan, alrededor de las columnas,
plantas de uso medicinal como cedrón, tomillo, ruda, etc. Completa el escenario el horno de pan,
aditamento infaltable, el que puede quedar como el rancho del color del material. jugando miméticamente
con el paisaje o recibir una blanqueada de cal, destacándose por contraste.

Rancho de Florencio Mollina CamposPródromos de dos concepciones plásticas distintas, sobre iguales componentes funcionales y técnicas.

El rancho se “estira” en la galería que lo precede. Una sola habitación en los más elementales, dos o tres en los de mayor desarrollo, se colocan enfiladas, uniéndolas la galería.

El techo inclinado cuya cumbrera distribuye simétricamente las aguas en las habitaciones, se prolonga para cubrir la galería, donde obviamente el techo es más bajo y se apoya en vigas soleras conseguidas con troncos ligeramente desbastados, que a su vez apoyan sobre pilares o troncos verticales.

El horno de pan, la letrina y la ramada para cocina son objetos aislados que no comparten la
unidad constructiva.

A veces se cavan pozos para encontrar agua o para almacenar las de las precipitaciones pluviales. Cuando así ocurre, en su adyacencia se improvisa un lavadero, pero lo más habitual es usar el arroyo porque con su corriente lleva lo desechable.

Las habitacione, son el hábitat nocturno, nacido a causa del clima con temperaturas extremas diurnas y
nocturnas, y por una arraigada pauta cultural que exige intimidad.

Las horas diurnas se programan en la galería y su inmediata vecindad.

En zonas abruptas de sierra. por no tener lugar de crecimiento acoplado frontal, puede presentarse en forma de pequeñas habitaciones aisladas en distintos planos, a los que se conectan con pocos escalones tallados en la piedra. En este caso también son pétreos los muros, pero a pesar de su aparente fortaleza, no se prescinde de la estructura de ”jaula” de palo, quedando la laja sin ligamento, o con ligamento de barro,
formando una envolvente sólo de cerramiento.

A veces, el barro mezclado con paja cubre la superficie pétrea a manera de revoque O alisado. La cubierta de techos o “enquinchado” se realiza con paja brava recogida después de las heladas y cuyo recambio se realiza año de por medio. Hemos visto también por la región oeste, precisamente en Chancaní, hacer techos de torta.

Después de colocadas las vigas o eventualmente las cabriadas y en dirección perpendicular a ellas se coloca un tupido cañizo con ataduras sobre los que se coloca la torta de tierra arcillosa mezclada con paja o estiércol que forma una sutil malla interna. La tecnología exige un cuidadoso acabado Y cuando el barro empieza a secar cuarteándose. se le agrega barro líquido que entra en los intersticios sellándolos.

Queda así registrada una sabia y espontánea forma del hábitat humano, lograda con productos no industrializados, donde el ingenio del hombre se repite desde su más lejana presencia con una persistencia que habla de una fórmula probada y que sirvió hasta hace poco tiempo para cobijar también iglesias
y escuelas donde se formaron sucesivas generaciones de cordobeses.

Arq. Rodolfo Gallardo

Texto extraído de La arquitectura en Córdoba y su historia. Compilación de escritos del Arq. Rodolfo Gallardo publicados en La voz del interior entre 1984 y 1987. Editorial Nuevo Siglo. Córdoba. 2003.

Ilustran el post imágenes extraídas del libro Molina Campos, de Ignacio Gutiérrez Zaldivar. Zurbarán Ediciones. Buenos Aires. 1996.

La Estación Terminal de Omnibus de Córdoba (también conocida por su sigla NETOC) es una de las más importantes de argentina debido a su ubicación en el centro del país y al importante flujo de pasajeros que se mueven dentro de ella cada día.Terminal de ómnibus de Córdoba

El emplazamiento se estableció teniendo en cuenta las facilidades de ingreso a las principales rutas de acceso a la ciudad a través del Bv. Juan D. Perón y Bv. Guzmán y los bulevares Arturo Illía y Poeta Lugones, así como su proximidad al centro histórico.
La Nueva Estación Terminal de Ómnibus Córdoba, construida en el año 1969 por la empresa Benito Roggio e Hijos S.A., fue inaugurada en 1971. La terminal fue diseñada para recibir a unos 9.000 pasajeros por hora.

La privatización

Entre fines de 1986 y principios de 1987 las autoridades provinciales deciden poner en marcha la privatización de la terminal. Habiendo mediado una Licitación Pública Nacional, el 18 de Febrero de 1988 la empresa cordobesa, Ramos Hnos. S.A. fue designada adjudicataria de dicha concesión por un término de 10 años.

El Concesionario se hizo cargo del edificio después de casi 20 años en donde el grado de deterioro y abandono habían afectado seriamente uno de los edificios más importantes de la provincia. Lamentablemente las administraciones designadas por el Estado no cumplieron el rol asignado y poco a poco el edificio comenzó a deteriorarse. Vidrios rotos, cortes de enrgía elétrica, humedad en las paredes, caños tapados, baños desmantelados y  la desocupación de locales en niveles enteros señalaban una subutilización manifiesta. A pesar del dinero que el Estado gastaba para su mantenimiento no se manifestaba en un mejoramiento de la estructura y el servicio. De esta manera resultaba realmente imposible para la provincia continuar.
En el primer año, el Concesionario invirtió más de 2 millones de pesos (valores del año 2000) sin contar las inversiones individuales de los locatarios para poner en condiciones el edificio y su mantenimiento actual insume recursos por mas de U$s 300.000 anuales.

Ramos Hnos. S.A., que era una empresa constructora, años más tarde por incompatibilidad de los rubros debió escindirse y transfirió la administración de la Terminal a la empresa recién nacida NETOC S.A., su actual administradora.

En 1998 el gobierno provincial prorrogó la concesión de la terminal a NETOC S.A

Terminal de ómnibus de Córdoba

Datos de color

Energía eléctrica para una pequeña ciudad

Tiene una estación transformadora de energía propia con una capacidad de 1.500 Kva, y como emergencia alternativa un grupo electrógeno accionado por un motor diesel de 60 HP a 1.450 rmp con una capacidad de generación de 50 Kva.
La carga total es aproximadamente de 800 Kv en funcionamiento simultáneo de toda la instalación. Para apreciar la importancia de este número basta decir que con dicha carga se daría energía a una población de 20.000 habitantes.

Escaleras mecánicas

Las dos escaleras que se instalaron en el hall central que une el nivel de boleterías con el nivel de plataformas fueron de las primeras en Córdoba, junto con las del Banco Nación, con una capacidad de 8.000 pasajeros hora.

69 KM de caños de acero

Casi igual que la distancia que une Córdoba con Villa Carlos Paz ida y vuelta -unos 70 kilómetros- es la cantidad de caños de acero sin costura aplicado en la estero-estructura de la Estación Terminal.
La estructura metálica que se encuentra apoyada sobre las 20 columnas que soportan todo el peso del edificio, posee en líneas generales una superficie aproximada de 7.500 m² formada por caños tubulares. Para ello se utilizaron 380 toneladas de acero estructural; 69.000 m de tubo de acero sin costura; 14.500 Km de electrodos que se trasuntan en 27.000 m de costura entre caños y la elaboración de 13.500 nudos tipo.

Texto e imágenes extraídos de la web de la NETOC

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