Una escena por todos conocida (o representada) es la de abrir la heladera, mirar el interior y como si tuvieramos los ojos de adorno preguntarle a nuestra madre/novia/esposa/dueña-de-la-casa-en-la-que-vivimos-pero-que-necesitamos-un-gps-para-reconocer: ¿¿¿qué hay de comer???
Ah!!! ¡si conoceré a los lectores de este post! ¡todos hemos sido así de ingratos e inútiles!
Pero en el momento en que nos hacemos cargo de nuestra propia cocina llega la primera revelación: la heladera no se llena sola. Y la alacena tampoco.
Luego vienen otras casi tan místicas como la primera: los platos sucios acumulados en la pileta juntan hongos y mosquitos, la bolsa de la basura no tiene patitas para ir hasta el canasto de la calle, el polvillo en los muebles suele acumularse una y otra vez, el baño sucio es algo que ni el que lo dejó así quiere verlo…
Pero aunque uno puede posponer la limpieza (o puede desarrollar habilidades y tolerancia impensadas para convivir con la mugre), no puede pasar un día sin comer, así que suele ser el primer problema al que se le hace frente: Cómo ir de compras al súper – Una hoja de ruta a prueba de tontos
Antes de salir al supermercado a buscar provisiones como si viniera el fin del mundo y terminar comprando 20 variedades de papas fritas, 5 aderezos y 3 botellas de cerveza, mejor será que sepas cómo hacer las cosas bien. Para ir al súper necesitás:
– Lista: por más obvio que parezca, la lista del súper es la mejor forma de comprar todo lo que te hace falta, no olvidarte la mitad de las cosas y no tentarte con pavadas. Una buena idea es tener en la cocina un block, anotador, post-it o inclusive un pizarroncito para ir anotando lo que se acaba o lo que es necesario comprar.
Las familias de productos que tenés que repasar son: almacén, carnes, frutas y verduras, panadería, limpieza, higiene personal, bebidas, productos frescos, lácteos y bazar.
Como curiosidad podés visitar el blog que recopila listas de supermercados encontradas por ahí llamado Lo que España compra.
– Bolsa reutilizable y/o botellas retornables: una muy buena costumbre que hay que difundir es el uso de las bolsas de tela y las botellas retornables (que son difíciles de conseguir y solo Coca Cola creo que las ofrece).
Y una costumbre un escalón arriba de esto es decir “NO NECESITO BOLSA, GRACIAS” en todos los negocios donde quieran encajarte una. Vas a ver que los comerciantes te miran como a un marciano cada vez que les soltás esta frase 😀 ¡Guerra a las bolsitas de nylon que contaminan el medioambiente y en días de viento terminan enganchadas por cualquier lugar!
Quienes viven solos van a notar como poco a poco terminan inundados de bolsitas de plástico que no van a usar jamás.
Para acostumbrarse a su uso lo mejor es dejarlas en un lugar a la mano en la cocina y poner una o dos en la guantera del auto así no hay excusas de que se las olvidan. Cuando se acostumbren a la bolsa de tela van a ver que es mucho más cómoda y resistente que las de plástico.
– Tipo de negocio: supermercado, hiper, pollería, panadería, carnicería… ¿Dónde ir a comprar? Lo que Narda Lepes siempre recomienda es ir al negocio especializado para asegurarnos de comprar productos frescos y de buena calidad; y dejar los super e hipermercados para todo lo de almacén que ofrece muchas ofertas y precios competitivos.
Más allá de esto, muchas veces es más cómodo ir a un solo lugar a comprar todo, por lo que una alternativa a la masividad del super son las pintorescas ferias francas.
Todo dependerá del acceso que tengas a las diferentes opciones y para cuántas personas tengas que comprar comida.
– Días y horarios: en las grandes superficies los fines de semana y principios del mes suelen ser los momentos pico donde podés envejecer años esperando en la fila hasta llegar a la caja.
En los negocios chicos barriales suele haber más movimiento por la mañana que por la tarde, y a su vez encontrar a primera hora los productos recién llegados o elaborados y más frescos.
– Descuentos del super y descuentos de tarjetas de crédito: además de juntar puntos con el programa de fidelización del negocio si es que lo tiene, una manera de ahorrar es estar al día con los cupones de descuento, las ofertas en ciertos artículos y los descuentos que ofrecen las tarjetas de crédito de algunos bancos.
– Orden de los productos en el changuito:
- Bebidas: primero y al fondo las bebidas así no aplastás nada.
- Conservas: no comprar las hinchadas o abolladas porque pueden causar botulismo, entre otras enfermedades.
- Limpieza y perfumería: evitar que haya contacto con alimentos y tener sumo cuidado con los insecticidas.
- Productos de almacén: no necesitan un cuidado particular. Algunos de ellos son harina, azúcar, sal, té, yerba, café, aceite, leche larga vida, arroz, fideos, galletitas, golosinas envasadas, panes, etc.
- Fiambres, quesos y embutidos: tener en cuenta la fecha de caducidad y el correcto cierre del empaque.
- Frutas y verduras: los vegetales tiene una resistencia de 3 o 4 días en promedio, por lo tanto comprá sólo lo que vayas a consumir.
Si sos vago para pelar y cortar tené en cuenta que hay bandejas lavadas y cortadas listas para preparar de verduras y en mi visita a Chile pude ver que allá también vendían unos vasos espectaculares de frutas. - Carnes, pollo y pescado: deben ser las últimas cosas a comprar. Hay que evitar que chorreen sus líquidos sobre otros comestibles que puedan contaminarse y tener en cuenta para su compra el consumo semanal que realizaremos. Un excelente aliado para la conservación es el freezer.
– Las carnes rojas no deben tener manchas marrones, verdes ni blancas. El color de la carne debe ser rojo vivo para la vaca y el cordero y rosado para el cerdo.
– El pollo debe tener la piel tersa sin manchas y de color rosado.
– Los pescados frescos deben tener un aroma suave y agradable, la consistencia de la carne debe ser rígida, no tiene que tener el vientre hinchado, no tiene que tener los ojos hundidos ni sangre a la vista. - Huevos: también hay que dejarlos para el final para evitar accidentes. Los de color son iguales en lo nutricional a los blancos
- Productos frescos y lácteos: deben ser los últimos en sumar al carro para reducir al máximo la pérdida de la cadena de frío. Mirar bien la fecha de caducidad de los productos.
– Al volver a casa:
- Guardar primero lo que va en la heladera.
- Las carnes que no se vayan a consumir en los próximos dos días ponerlas en el congelador o freezer.
Las que sean consumidas dentro de las 48 hs deben ponerse en una bandeja en los estantes de abajo de la heladera para evitar la peligrosa contaminación cruzada. - No dejar las verduras en las bolsas de nylon porque se echan a perder más rápidamente. Pasarlas a recipientes herméticos.
- La regla es: dejar más a la mano lo que vence antes para consumirlo primero.
Y no sé ustedes, pero a esta altura yo ya me cansé después de haber recorrido las góndolas de este post con la listita en la mano 😀 , así que la próxima semama seguimos.