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09
Aug

El hornero, Leopoldo Lugones

Archived in the category: Flora y Fauna de Córdoba, Literatura
Posted by: Dayana Barrionuevo - 2 Comments

EL HORNERO

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
su traje aseado y sencillo,
que, con tanto hacer ladrillo,
se la habrá puesto bermejo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso,
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.
Por fuera la construcción,
como una cabeza crece,
mientras, por dentro, parece
un tosco y buen corazón.

Pues como su casa es centro
de todo amor y destreza,
la saca de su cabeza
y el corazón pone adentro.

La trabaja en paja y barro,
lindamente la trabaja,
que en el barro y en la paja
es arquitecto bizarro.

La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba,
y aunque en ella no hay escoba,
limpia está con todo esmero.

Concluyó el hornero el horno,
y con el último toque,
le deja áspero el revoque
contra el frío y el bochorno.

Ya explora al vuelo el circuito,
ya, cobre la tierra lisa,
con tal fuerza y garbo pisa,
que parece un martillito.

La choza se orea, en tanto,
esperando a su señora,
que elegante y avizora,
llena su humildad de encanto.

Y cuando acaba, jovial,
de arreglarla a su deseo,
le pone con un gorjeo
su vajilla de cristal.

Publicado originalmente en El libro de los paisajes (1917)

23
Jun

Arroyos serranos

Posted by: Dayana Barrionuevo - 4 Comments

A veces no son más que un hilo de plata que brilla bajando de un cerro, llamando con canto suave a los animales a beber de sus aguas. Otras veces son un torrente bullicioso que grita que vino la creciente después de la tormenta que pasó.

Los arroyitos de Córdoba, una de las cosas más lindas de nuestro paisaje.

El arroyo

Arroyito que bajas

límpido y puro

de mis montañas,

cuando cruzas el valle

por las mañanas.

El sol luce su oro

en tus cascadas

y por la noche

cuando tú cantas

entre las piedras,

la luna, plácida

entre tus ondas

deja su plata…

Arroyito serrano,

cuando tú pasas

orillando, nervioso,

riscos y plantas,

vas sembrando tu ensueño

de oro y de plata

en el encanto

de mis montañas.

Juan Carlos Soubié

Va con video de arroyo (arroio si lo dicen en cordobés) incluído.

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