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Hago apología del cuento y cito a mis 7 cuentos preferidos (por tirar un número):
- La muerta, Guy de Maupassant: porque me hace acordar a alguien que conozco. Y porque es un cuentazo.
- En memoria de Paulina, Adolfo Bioy Casares: tiene un poco de relación con el anterior, de alguna manera. Me gustan las imágenes del cuento.
- Diario para un cuento, Julio Cortázar: Julio tiene muchos cuentos excelentes, pero me quedo con este por ser una autoficción. El link es a la película que se hizo en 1998 basada en el cuento de Cortázar y que ahora tendré que ver y odiar 😛
- Viaje a la semilla, Alejo Carpentier: porque está “al revés”.
- Encender un fuego, Jack London: a mi me desesperó y me dio frío.
- La historia del lagarto que tenía la costumbre de cenar a sus mujeres, Eduardo Galeano: porque una me hace acordar a mi 🙂
- No oyes ladrar los perros, Juan Rulfo: porque me gustan los personajes de Rulfo, pobres, violentos, sencillos.
Les regalo el audio leído por el propio Rulfo.
¿Cuáles son sus cuentos favoritos?
Uno de los problemas principales para quienes trabajan en organizaciones culturales es lograr la difusión de sus eventos o productos culturales.
Es por eso que voy a proponer una serie de herramientas accesibles, de costo cero y algunos consejos para manejarse en la web, que pueden ayudar maximizar la visibilidad del ente interesado en promocionar un producto o servicio cultural.
1- Blogs: y acá vamos a hablar de la blogósfera.
- Blog del bien/servicio cultural: crear un blog es baratísimo o de costo nulo, si no tenemos plata para un site animado y con lujos de todo tipo.
Más allá de eso, el blog es un formato sumamente noble, ya que permite incluir imágenes, audio y video un pequeño universo multimedial que abarca casi todas las posibilidades de producción artística. Por lo tanto permite adelantar al público qué se ha de ver o de escuchar antes de “clavarse” (si fuera el caso) pagando una entrada. Si el producto/servicio logra conquistar a un público, el adelanto del blog funciona como un anzuelo que deja con ganas de más y asegura un público para el evento.
Otro punto a favor del blog es que permite una interacción con el público, lo que permite conocer inquietudes y comentarios sobre aspectos no considerados inicialmente por el productor cultural (desde problemas para escuchar en una sala de teatro, hasta dificultad para leer por la tipografía elegida en un libro).
- Blogs de colegas: armar una red de contactos culturales on line y ayudarse mutuamente con la difusión, linkeo en el blogroll o derivando consultas a blogs amigos es una práctica típica de los bloggers en general.
Con mayor razón debe ser una práctica de blogs culturales, ya sea que se dediquen a la pintra, al teatro o al cine. Hoy por ti y mañana por mi.
- MetroBlogs y blogs temáticos: los metroblogs son bitácoras que informan sobre áreas, ciudades o barrios.
Los blogs temáticos hacen foco en temas específicos que, en el caso de las artes, pueden ser la fotografía, la literatura, el cine, etc.
Según la característica de nuestro evento, uno u otro pueden llegar a ser más convenientes. Por ejemplo: si se trata de una actividad teatral barrial, quizás un metroblog brinde mejores resultados que un blog sobre teatro que informa sobre obras muy populares.
Algunos consejos para tener éxito en la difusión de eventos desde un blog propio:
- Plantee objetivos para el blog: ¿Se quiere difundir una obra? ¿Se quiere promocionar un libro? ¿Se quiere crear la imagen de marca de un espacio cultural? El blog es un espacio que puede colaborar con eso, siempre y cuando los objetivos a cumplir estén claros desde un principio.
El Cómo irá variando de acuerdo al tiempo, a las ganas, a la creatividad, a los recursos existentes, etc; pero si el blog nace como un espacio para difundir un cuerpo de baile, por ejemplo, no puede transformarse en el blog personal de quien lo creó, puesto que dejará de cumplir con los objetivos inicialmente fijados.
- Escriba un buen About, ponga todos los datos de contacto y especifique los nombres de la/s persona/s responsable/s del blog: esto último para saber a quién/es deben dirigirse los e-mails o quien gestiona los contenidos del blog.
- Escriba para un blog y no para prensa en papel: use los links para enriquecer con información (por ejemplo: link a la web del teatro para ver su dirección en un plano o el link a una nota de prensa on line para mostrar críticas más detalladas sobre el mismo) y las opciones multimedia para reforzar su mensaje.
Es vital ser creativos con las posibilidades que brinda el blog. Si el blog es de pintura, puede haber música si es que eso aporta algo al tema principal.
- Ante la duda, es mejor el minimalismo: evite recargar el blog del emprendimiento cultural con botones de directorios, relojes, fotos, contadores de visitas, etc. Estas chucherías no sólo vuelven más lenta la carga de la página, sino que la afean y distraen al lector en una maraña de objetos superfluos.
- Equilibrio entre el lenguaje formal y el informal: posts que maticen y que humanicen la comunicación son muy interesantes y ayudan a crear un público fiel.
Mostrar el detrás de escena, contar anécdotas divertidas, recomendar lecturas, hacer cíticas de otros colegas, hablar del trabajo diario como si fuera una foto que se le muestra al lector… todo contribuye a que el artista o la organización cultural se relacione con su público.
- Use el RSS y la suscripción por mail: cada vez que actualice sus lectores deben saberlo.
Si el perfil de lectores no sabe usar el RSS (o no sabe ni lo que es), explíquelo. Indague en qué formas acceden a los contenidos: quizás sea por mail, quizás sea desde un teléfono celular, quizás pasan cada tanto por el blog…
- Estudie las estadísticas: leyendo cómo llega la gente a un blog se pueden establecer temas complementarios que generen visitas.
En otros blogs:
- NO HAGA SPAM EN LOS COMENTARIOS: es la regla de oro. Los comentarios son para hablar sobre lo que dice el post; si no tiene nada que ver con eso mande un mail con su requerimiento o envíe una gacetilla para que el blogger decida si le interesa publicarla o no.
Y acá mi post sobre los 10 errores al escribir una gacetilla para un blogger, con todo lo que no tienen que hacen si desean ser publicados.
- Sepa a quien le habla: puede ser que recién descubra un blog que podría resultar apropiado para difundir su actividad. Lo mínimo que tiene que hacer (aunque resulte obvio decirlo), es ir al about y averiguar quién es el dueño del blog, desde donde escribe, cuáles son sus intereses con el blog… sabiendo esto nos dirigiremos al blogger mostrando un interés genuino por la difusión en su bitácora y no que estamos haciedo spam a mansalva en cualquier blog que se nos cruce.
- Construya relaciones: si es lector del blog, mejor. Si es lector y comentarista del blog, aún mejor. Si es lector, comentarista y envía información relevante o de interés regularmente al blogger, mejor que mejor. Si es lector, comentarista, envía información de utilidad y además difunde “al blog amigo”, usted se ha ganado el corazón de un blogger para siempre.
Y esto no es mucho trabajo. Es simplemente establecer una relación en donde ambos ganen: el blogger visitantes, lectores y contactos, y el artista seguir siendo difundido gratuitamente dentro de la red de contactos del blogger (que suelen ser muy amplias).
- Sea conciso en las gacetillas. si el blogger solo tiene que hacer copy-paste ya hay un 50% de posibilidades de que esa gacetilla se publique.
Consulte con el blogger el formato de envío de las mismas (puede ser un txt en html o un Google doc, por ejemplo).
- Filtre los blogs: es preferible que su gacetilla salga en tres blogs que llegan al público objetivo que consume su producción, que en veinte blogs personales que no los leen mas que parientes y amigos o en blogs de temáticas con muy poca relación con el tema central del evento cultural.
Estos han sido algunos de los consejos, espero sus aportes y en unos días escribiré la otra parte.
Desde el colapso financiero en EEUU los medios tradicionales jugaron a ser los jinetes del apocalipsis anunciando, por poco, el fin del mundo. ¡Qué alegría no consumir esos medios y ser feliz eligiendo que leo desde mi rss! Me entero de las cosas, pero no por mega grupos económicos sino de especialistas que son gente que también sale a pelearla día a día.
También quiero dejar el link al post Manual para saber si compro dólares, del blog de Xinectia Consultora (y escrito por Martín Giorgis, mi ahijado bloggero).
Por eso, y para quien le interese, les presento este material que envía la UNC en su dossier:
¡Basta de pronósticos tremendistas!
Es necesario que se abandonen, por ser fruto de mezquinos objetivos, las egoístas maniobras para sacar ventajas agitando fantasmas inexistentes a costa de debilitar la tranquilidad pública.
Por Salvador Treber. Profesor de posgrado-Facultad de Ciencias Económicas-UNC
Cuando los países tienen la desgracia de verse involucrados en una guerra, la divulgación de noticias que lleven desasosiego o incertidumbre a la población se considera un grave delito que ha sido denominado “derrotismo”. Es que en esa situación límite, socavar la moral pública constituye una acción que pone en serio riesgo la causa por la cual muchos dan su vida.
Es obvio que lo que está ocurriendo en el mundo, más precisamente en el Hemisferio Norte, no se puede equiparar a un conflicto bélico. Pero, por sus eventuales demoledores efectos materiales sobre la inmensa mayoría de los involucrados, sería deseable que no se disparen juicios apresurados. Y menos aún si éstos son escasamente fundados en la realidad.
Con centro en los Estados Unidos se ha desatado una furiosa “tormenta” sobre toda el área financiera y bursátil, con una intensidad tal que no demoró en cruzar el océano Atlántico y contagiar a los principales países de Europa occidental. Una de las primeras secuelas, además de la caída de entidades de trayectoria más que centenaria –como es el caso de Lehman Brothers, fundada en 1858–, ha sido el advenimiento de una recesión generalizada. Sólo en dicho país alcanza a 9,6 millones el número de desocupados, con firme tendencia a elevarse aún más. En España ya llegan a 2,6 millones y en Francia a 1,9 millones, lo cual constituye una prueba palmaria de que estamos en presencia de tiempos muy difíciles, sólo comparables con la gran crisis de la década de 1930. Las cifras que se barajan son alucinantes; aun así, se sospecha que serán totalmente insuficientes para frenar los efectos más importantes de este verdadero tsunami económico.
De acuerdo a como se han sucedido los hechos que caracterizan a esta grave emergencia, el factor desencadenante se sitúa no sólo en la irresponsable actuación de los bancos y otras firmas involucradas, sino también en las prácticas nada ortodoxas de Wall Street y quienes mantuvieron relación más cercana con esos operadores.
Debido al default no totalmente resuelto hasta la fecha, Argentina fue, a manera de sanción, virtualmente borrada del ámbito crediticio internacional y, sin quererlo ni pensarlo, nos aisló de cualquier secuela directa. No obstante, en la medida que el problema se extienda como una onda expansiva a una importante franja de economías, es lógico que algunas esquirlas nos lleguen a afectar.
“Ola paranoica”
Esto no justifica la “ola paranoica” que impulsan algunos medios de comunicación masiva, una serie bien identificable de lobbistas y el coro unívoco de la oposición. En el caso de los dos primeros, se explica bastante bien la posición tomada, ya que son históricos voceros de sectores de intereses que siempre apostaron a desencadenar una hecatombe, semejante a la que el país vivió entre julio de 1998 y fines de 2002.
La crítica, en especial la tan jaqueada dirigencia política, una vez más está jugando peligrosamente con fuego. Parece desconocer que las condiciones cambiaron de manera sustancial y actúa como si no hubiese pasado nada. Durante casi 60 años, desde 1930, la desestabilización fue un infalible recurso precursor de sendos golpes de Estado, pues en todos hubo un cierto grado de complicidad y/o complacencia que los llevó a apoyar, al menos en un inicio, a los distintos gobiernos militares que, sin excepción alguna, sólo lograron demostrar de manera fehaciente su total incapacidad para encarar y resolver las principales dificultades que en cada una de esas décadas debió afrontar el país.
Los más conspicuos dirigentes del conservadurismo rodearon a José Félix Uriburu y luego al general Agustín P. Justo; otros tantos ingresaron al Partido Laborista que triunfó en las elecciones de febrero de 1946 y que ungieron como candidato ganador a Juan Perón; las cabezas más prominentes de todos los partidos ocuparon asientos en la Junta Consultiva creada por la llamada Revolución Libertadora; muchos de ellos intentaron, en el período siguiente, configurar el “Gran Acuerdo Nacional” que pretendió liderar el general Alejandro Agustín Lanusse, y no faltaron los que contribuyeron a instalar la última y más sangrienta dictadura que asoló nuestra Patria en el período 1976-1983.
En consecuencia, si resta en ellos un poco de conciencia patriótica, deberían saber que tienen una enorme deuda con la ciudadanía y decidir un rotundo cambio de actitud. De nada vale crear incertidumbre e inseguridad, pues ello perjudica a todos. Lo sabemos muy bien por los avatares de los tiempos vividos, en varios de los cuales imperó esa absurda y destructiva práctica.
En este caso está en juego nada menos que el conjunto de la sociedad y de sus integrantes. Apostar al fracaso, más aun sumarse en forma activa a una resistencia sistemática y empecinada, es la manera de acrecentar la mencionada deuda y empujarnos al abismo.
La única vía razonable para saldarla es aportar ideas, programas y planes alternativos superadores. Esto significa ponerse a trabajar, estudiar en profundidad los diversos problemas y elaborar soluciones. De lo contrario, lamentablemente, se convertirán, cada vez más, en material obsoleto y por lo tanto desechable que la sociedad terminará por radiar. La reciente discusión parlamentaria relativa al proyecto de ajuste de jubilaciones y pensiones constituye una desoladora clara constancia de lo lejos que estamos de ese ideal y de la exasperante vacuidad de los protagonistas.
Como prueba palmaria de ello, cabe mencionar dos intervenciones, verdaderamente reveladoras. Una, protagonizada por un conspicuo miembro de la oposición y presidente de su partido, que rechazó la iniciativa porque para él era ininteligible la fórmula de ajuste –dicho sea de paso, una elemental media aritmética simple– sin haber atinado antes a que algún apenas iniciado en matemática lo “desburrara”. La otra fueron los dichos de algunos representantes del oficialismo y, en especial, el ya citado caso de su principal vocero y jefe de bancada.
Cerrar filas
Lo expuesto no implica dejar exentos de responsabilidad a los funcionarios o la gestión de los que circunstancialmente manejen los resortes de la administración nacional, en la que también hay una alta dosis de improvisación. Frente a la preocupante instancia que crea una crisis mundial tan honda, prolongada y difícil de medir en sus efectos –como la que ha comenzado a exteriorizarse–, es indispensable cerrar filas para evitar mayores perjuicios a la población, objetivo a todas luces prioritario.
Si somos coherentes y honestos, será fácil convenir que nunca estuvo Argentina mejor preparada para afrontar esa prueba. Aun en tan difícil escenario externo, nuestras exportaciones han batido todos los récords conocidos, el saldo positivo del balance comercial apunta a ubicarse en igual situación y las cuentas fiscales nacionales ofrecen resultados semejantes.
Los agoreros anuncian una vertical caída en los precios de las commodities o materias primas, lo que es parcialmente cierto, pues no se derrumbarán; y si bien habrá que tomar algunas providencias adicionales, no es previsible un impacto catastrófico.
De criticarse acerbamente la existencia de derechos sobre la exportación (retenciones), se ha pasado ahora a cuestionar que su rendimiento está calculado en exceso y, por lo tanto, generará un peligroso “agujero” en materia de ingresos presupuestarios durante el ejercicio fiscal 2009. Puede ser cierto que se reduzcan en alrededor de un 15 por ciento sobre el importe previsto si aquéllas se conservan en niveles muy deprimidos, pero ello tampoco constituye una tragedia. Frente a similares alternativas, siempre hay respuestas que tienden a conjurar tales aspectos.
Paridad cambiaria aún incompatible
Es probable que la paridad cambiaria sea hoy, pese a su recuperación reciente, todavía incompatible con la situación general, por lo baja, y debería estar ya en unos 3,35 pesos por dólar, aunque la necesaria corrección vendrá con escasa dinámica, pero sostenida, en los meses próximos.
Antes de comenzar el primer y extenso conflicto Gobierno-campo, esa paridad era de 3,20 pesos y todas las empresas habían calculado sus costos con base en esa relación. La posterior merma, que en su momento trató de castigar a los que “se pasaron” de manera especulativa a esa moneda, se prolongó demasiado en el tiempo, no obstante lo cual nadie corrigió sus costos hacia abajo. En consecuencia, éstos no acusan nuevas causas para ser elevados debido a dicho factor. Lo relevante en este aspecto es que, además del referido posible impacto interno, se debe proteger la continuidad de las colocaciones de bienes en los mercados extranjeros y ello exige vigilar bien de cerca su grado de competitividad.
También es altamente probable que el consumo interno no crezca en 2009 al acelerado ritmo de años anteriores, pero su menor dinamismo será coherente con un Producto Interno Bruto que lo haga al cinco por ciento, tal como lo estima el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Frente a la inevitable recesión del Hemisferio Norte, esa marca nos colocará en condición harto preferencial.
Lo importante es mantener la calma, no entrar en falsos temores y estar vigilantes de la forma en que se desarrollan los acontecimientos. El momento no es apropiado para fantasías de pirómanos potenciales que no cesan de gritar ¡fuego! Actitudes tan imprudentes, carentes de asidero alguno, en visiones tangibles fruto de debilidades propias o intenciones encubiertas, procuran falsear la realidad e incidir sobre la psicología de la gente, lo cual puede traer consecuencias imprevistas y poco agradables.
Por eso, no vacilamos en requerir que, para bien de todos, se desechen los infundados pronósticos tremendistas y, en vez de ello, busquen en común y sin exclusiones una fórmula idónea que nos lleve a la genuina cuan ansiada unidad nacional, al par que abandonen, por ser fruto de mezquinos objetivos, las egoístas maniobras para sacar ventajas agitando fantasmas inexistentes a costa de debilitar la tranquilidad pública.
Extraído de Dossier de prensa de la UNC. Publicado orignalmente por La Voz del Interior, 24/10/2008. Sección: Opinión. Página A14.
Tenía pensado hablar de otra cosa, pero aprovechando una nota de la revista Rumbos, publicación que sale junto a La Voz del interior los domingos, voy a hablar del tiroteo web y algunas experiencias en el tema.
Hace unas semanas atrás les hablé de mis novios (y todavía me llegan comentarios sobre el tema), pero lo que no les conté es que, salvo el primero que vivía en mi ciudad, a los otros tres los conocí por internet.
Al Nº2 y a Diego por el chat de Yahoo, y a Guille por el blog.
Sumado a eso, en la historia familiar la que inició la tradición fue mi prima, que encontró a su marido on line y ahora vive en Houston y tiene dos hijas (y está en la dulce espera otra vez).
Por lo tanto, a esta altura del partido, me resulta natural saber de gente que se encuentra por la red y se enamora. Sin embargo, así como para mi es totalmente aceptable, para algunos es casi terrorífico, una de mis hermanas piensa eso, por ejemplo. Le resulta inaceptable tener una relación con alguien de quien no sepa nada. Ella prefiere enterarse por los prejuicios pueblerinos quien es quien… o al menos compra la pintura que hacen de ese quien.
Pero volviendo al eje del asunto, de por qué internet se transforma en un medio para el amor y por qué muchos encontramos pareja/s por ahí, me animo a tirar algunas hipótesis:
- Facilidad: es barato, no te exige producción y podés hacer varias cosas a la vez (ver tele, escuchar música, comer, escribir y chatear, por ejemplo).
- No existe el miedo al rechazo inicial: una cortada de rostro en persona es difícil de soportar, pero que te cierren una ventana de msn o te claven “No admitido” no es tan grave.
- Permite mostrarnos como somos/permite mentir descaradamente: mas abajo voy a enunciar los riesgos, pero creo que internet ayuda a que muchos se asuman realmente. Muchos que se muestran como hetero y en realidad son gay usan la web como espacio de “libertad”. Muchas amas de casa aburridas juegan a ser putas en los chats eróticos. Hay de todo.
También está el espacio para la mentira, a veces piadosa, a veces exagerada, a veces peligrosa.
- Ayuda a que los tímidos sean menos tímidos: ya sea vía redes sociales, blog, flog o msn; los que normalmente tienen titubeos para relacionarse con personas pueden hacerlo con menos presión gracias a la pantalla.
- Ayuda a que los que tienen intereses específicos se junten: y no solamente con fines amorosos o sexuales, sino también de afinidad, de amistad, de compañerismo. Compartir el gusto por los libros, por las series, por un artísta o por coleccionar algo siempre es algo que permite lograr un lazo inmediato, que después puede seguir o no.
- Permite relaciones laborales… que pueden terminar en otra cosa: y si, esto es real. Seguramente alguno empezó cambiando mails con presupuestos de cualquier cosa y terminó invitando a salir a quien los recibía.
- Permite tener información de la persona sin que ella lo sepa: y acá es donde entramos en un punto que es un arma de doble filo. Hoy en día, y sobre todo para muchos de la generación veintipico para abajo, internet es algo natural… tan natural como que antes de salir con alguien voy a googlear su nombre a ver de qué me entero. ¡Yo yo lo he hecho!
¿Por qué digo que es un arma de doble filo? Porque pueden aparecer resultados descontextualizados y dar una imagen no muy buena de nosotros. Por ejemplo, algún posteo con mucho mal humor, alguna opinión errada que al tiempo la corregimos en otro post. Me parece que los blogs exponen demasiado al autor. Por eso yo acá escribo puras mentiras.
Sumado a eso, también estamos merced al descrédito gratuito y trollesco de cualquiera y no siempre existe la manera de hacer que eliminen ese tipo de mensajes.
- Permite idealizar: y si bien esto es algo muy lindo, es el mayor riesgo.
Leer y escuchar interpretando lo que a nuestra cabecita le gustaría y no lo que en verdad se está diciendo.
- Auyenta la soledad: a veces estar conectado ayuda a que nos sintamos menos solos.
Y si, ya se que no es lo mismo estar alienado frente a la compu que abrazado con alguien… pero cuando no hay un Alguien, cuando nadie “real” parece ser una compañía real… internet se muestra como algo que puede dártelo.
Me recuerda a la canción de María Elena Walsh, la Marcha de Osías. En una parte dice “Osías el osito en el bazar / todo esto y mucho más quiso comprar. / Quiero un río con catorce pescaditos / y un jardín, sin guardia y sin ladrón / también quiero para cuando este solito / un poco de conversación.”
Internet te da eso como ningún otro medio, aunque a veces los interlocutores de turno sean peores que los bots.
Y por otro lado, está lo malo; e inclusive, lo riesgoso:
- La mentira y el engaño: decir que pesás 50 kilos y en realidad son 70 es una mentira, pero no tan grave como decir que sos soltero y después salir con que estás casado y tenés 5 hijos.
- La manipulación: nadie está exento de esto, gracias a Dios nunca me pasó; pero mucha gente fue manipulada por gente que creía conocer, tener una amistad, o incluso amar. Y esto es tanto en lo económico como en lo emocional.
- Los que usan la red para actuar contra la ley: casos de tipos que han intercambiado mensajes con menores hay muchos. Por eso escribí el post con consejos para padres e hijos sobre internet.
Hoy en día el “Nene cuidado cuando cruces la calle y llevate un saquito por si refresca” no alcanza. Los padres deberían prepararse para conocer los peligros de la red y cómo explicarles a sus hijos que deben hacer y qué no en ella.
Casi todos los bloggeros alguna vez nos topamos con chicos que dejan mails e inclusive números de teléfono como si fuera algo privado que nadie ve.
- Los que buscan sólo relacionarse por internet: hay vida fuera de la compu (dicen 😛 )
- Las personas con problemas psicológicos o psiquiátricos que no buscan soluciones reales: a ver, yo hice terapia varios años, así que no me estoy tirando en conta del gremio de los locos 😛 Me refiero a que mucha gente busca resolver su problema de soledad vía chat cuando en realidad tiene una depresión galopante. O cualquier otra cosa.
Si uno no está bien para recibir el amor no sirve de nada encontrarlo.
Mis consejos, para quien se aventure a la red para temas amorosos serían:
- Estar abierto a conocer gente, pero ser inteligente para el chicaneo: si uno puede manejar bien el leguaje escrito desarma a los que están haciéndose los vivos o se puede filtrar a gente que pueda ser riesgosa.
Quizás esto pueda ser más fácil para alguien con un pensamiento más analítico y que pueda ir poniendo palitos en el discurso a ver si el otro los pisa o no.
Creo que por eso nunca tuve ninguna experiencia desagradable con gente que conocí en la web; la habilidad para escribir fue lo que me salvó y me ayudó a ser más selecticva. No digo que escriba bien, pero sí que tengo habilidad para mandársela a guardar a cualquiera sin que se note. Bueno, a veces sí quiero que se note.
- Esperar: a veces hay que dar un margen para conocer a la persona, más cuando San Google no nos tira ningún resultado con su nombre. Si la persona oculta su identidad o si la misma es algo dudosa, hay que tener más precauciones.
- La suerte existe, pero por las dudas no seas crédulo/a de entrada: mis tres novios sacados de internet, dicho en palabras de comadrona, son excelentes partidos.
Puedo ser una estúpida para muchas cosas, pero para elegir novio la verdad es que no. Estoy orgullosa de ellos tres (si, y lo digo como si fueran un pack de galletitas :P). De hecho nadie me cree que tan buena gente haya sido sacada de internet, en parte porque parece que la red es como un caldero de bichos y en parte porque siendo tan buenos chicos como podía ser que anduvieran soliltos por ahi.
A veces los caminos por los que uno llega a la felicidad no son los más obvios o los más tradicionales, pero no por eso son menos válidos.
- No seas boludo/a: una cosa es enamorarse y otra mandarse mocos. Hay cosas que a cualquiera le resultan inceptables por puro sentido común. Si de cualquiera te parecen inaceptables pero del/la de internet no, prendé el botón de alarma, quizás algo estés por hacer mal.
Para finalizar, me gustaría dejarles el link del blog Amores en Red, una bitácora que creo el periodista Diego Levis para investigar y recopilar material para el libro que publicó sobre este tema.
Aunque el proyecto cerró hace un año, el blog es muy interesante porque recoge muchas experiencias negativas que pueden servir de alerta para personas que están metidas en relaciones que se están tornando peligrosas.
Además el autor va escribiendo el análisis que hace de los casos que le van llegando, tira datos estadísticos y publica algunos e-mails que le envían. Muy recomendable.
Por si eso fuera poco, Diego publicó una novela escrita como un intercambi de e-mails que se puede leer completa en su web personal.
La ciencia del LHC (“Máquina de Dios”) es básica, no aplicada. Es aquella que busca saciar la implacable curiosidad del hombre por conocer los mecanismos íntimos de la naturaleza.
Por Gustavo Dotti. Astrónomo. Docente de Famaf-UNC e investigador del Conicet (y director de la tesis de doctorado de Diego, el de mi harem).
El pasado 10 de setiembre un primer haz de protones recorrió los 27 kilómetros de circunferencia del LHC (Large Hadron Collider o Gran Colisionador de Hadrones) y, como era de esperar, no ocurrió ninguna de las catástrofes vaticinadas en los medios más ingenuos. Cuando el experimento –hoy detenido por cuestiones técnicas– esté funcionando a pleno, el haz de protones circulará a nada menos que 11 mil revoluciones por segundo. Esto es casi la velocidad de la luz, límite inalcanzable para una partícula con masa, según nos enseñó Einstein. Tengamos en cuenta que, a 120 kilómetros por hora, daríamos poco más de 4 revoluciones al LHC… en una hora. Mantener este haz de partículas concentrado, y conducirlo por los tubos de vacío del acelerador no es tarea menor, requiere del uso de 1.500 imanes superconductores, cada uno de 30 toneladas de peso, funcionando a temperaturas cercanas al cero absoluto (273 grados centígrados bajo cero), temperatura que se mantiene usando 100 toneladas de helio líquido, el mayor sistema de enfriamiento de la historia.
Las condiciones son ciertamente extremas en el anillo del LHC del Cern (Centro Europeo de Investigaciones Nucleares), a más de 100 metros de profundidad bajo la frontera franco-suiza, cerca de Ginebra, pero no suponen peligro alguno, ni siquiera para los habitantes de Crozet, la apacible villa francesa ubicada exactamente sobre el anillo. No olvidemos que un puñado de partículas a velocidades cercanas a la de la luz no deja de ser un puñado de partículas… La energía de cada partícula es altísima (por eso hablamos de “física de altas energías”) sólo si tenemos en cuenta su insignificante masa, pero pequeñísima en términos macroscópicos. Que quede claro, en nada se parece el LHC a una usina nuclear.
¿Por qué queremos partículas de altas energías en el LHC? Para hacerlas chocar frontalmente con partículas igualmente aceleradas, liberando una energía aún mayor. ¿Con qué objeto? Einstein nos enseñó que la materia se puede convertir en energía: una partícula de masa M libera al desaparecer una cantidad de energía proporcional a su masa: E = Mc2, siendo c la velocidad de la luz. Esta es quizá la más famosa de las ecuaciones de la física.
Como sabemos, es la base de los procesos de generación de energía nuclear. Lo que no es tan conocido es que esta ecuación funciona en ambas direcciones: una cantidad de energía E puede “condensarse”, dando origen a una partícula de masa M, siempre que E = Mc2. En los aceleradores de partículas, permanentemente transformamos partículas de una especie en energía, que luego “condensamos” en partículas de otra especie. Es por esto que de una colisión pueden emerger partículas diferentes a aquellas que colisionan. Por ejemplo, de una interacción de un electrón con un positrón (su antipartícula) ¡emergen dos fotones! Y esto no sólo se logra en sofisticados laboratorios, este proceso ocurre por millones dentro del cuerpo de un paciente sometido a un estudio diagnóstico TEP (tomografía por emisión de positrones). En la TEP, los fotones resultantes de las interacciones de positrones con los electrones del tejido bajo estudio, son los que permiten generar la imagen requerida por los médicos.
Física de partículas
La disciplina conocida como física de partículas intenta describir a las partículas elementales, constituyentes básicos de la materia, y sus interacciones. El desafío es tremendo: observar un complejo juego de ajedrez en el que intervienen varias decenas de piezas, y tratar de inferir las reglas subyacentes. La respuesta que han dado los físicos tras décadas de esfuerzo es el llamado “modelo estándar”, un complejo modelo matemático que describe exitosamente a las partículas visibles y al enorme conglomerado de fenomenología que resulta de sus interacciones. El bosón de Higgs, pretenciosamente llamado “partícula de Dios”, aunque tan de Dios como todas las demás, fue postulado hace más de 40 años, casi simultáneamente por varios físicos, entre ellos Peter Higgs. El Higgs tiene en el modelo estándar el rol privilegiado de darle a cada partícula su correspondiente masa. Sólo hay un problema… el Higgs nunca fue observado.
La situación no es nueva en física de partículas. De hecho, cuando el modelo estándar fue formulado en los años ’60 y ’70, sobraban mucho más piezas, partículas que fueron eventualmente descubiertas, ratificando a esta teoría como uno de los más grandes logros de la física de la segunda mitad del siglo 20.
El Higgs es la única pieza faltante, y la razón por la que no lo hemos visto aún es, probablemente, porque la energía desarrollada por los actuales aceleradores impide fabricarla en abundancia. Es que el Higgs tiene una masa de entre 100 y 200 veces la del protón, y además es altamente inestable, por lo que debe ser producido en cantidades apreciables para poder ser detectado. El LHC del Cern es la solución a este problema. Los protones de sus haces tienen una energía varias veces mayor que la que se logra en el mayor acelerador actual, el Fermilab de Chicago.
¿Para qué sirve? ¿Qué utilidad tendría detectar al elusivo bosón de Higgs? Hoy, ninguna de impacto tecnológico. La ciencia del LHC es ciencia básica, no aplicada. Es aquella que busca saciar la implacable curiosidad del hombre por conocer los mecanismos íntimos de la naturaleza. Existe el hombre, aquel que se limita a cumplir su ciclo vital, pero también existe el hombre deseoso por descifrar el mundo en el que vive. ¿Quién puede sentirse hoy cómodo con la idea de una Tierra plana sostenida por cuatro elefantes sobre una tortuga cósmica? El impacto a futuro del desarrollo de la ciencia básica es, no obstante, impredecible. Pensemos en Faraday, Ampère, Hertz, experimentando en el siglo 19 con fenómenos que Maxwell sintetizó de manera brillante en su teoría del electromagnetismo en 1865, año en que, curiosa referencia, se abolía la esclavitud en Estados Unidos. ¿Qué opinión se tendría en esos tiempos de los experimentos de Hertz para producir y detectar las ondas electromagnéticas predichas por Maxwell? Curiosa es la opinión del propio Hertz: “No tiene ninguna utilidad… es simplemente un experimento que confirma la teoría de Maxwell. Tenemos estas misteriosas ondas electromagnéticas que no podemos ver. Pero están ahí”. Pensemos en el impacto de estos estudios hoy. ¿Podría acaso concebirse la civilización actual sin telecomunicaciones, radares, GPS; sin los frutos de aquellos trabajos pioneros del siglo 19? Conviene, no obstante, recordar a los impacientes que, en experimentos como el LHC, hay una contribución inmediata que no debe ser desconsiderada: el desarrollo que resulta de la superación de los incontables desafíos técnicos que éstos plantean.
Fue la necesidad de transferir datos rápida y eficazmente entre el Cern y otros centros científicos donde son analizados, la que motivó a los científicos involucrados a crear, hacia 1990, la red Internet tal como hoy la conocemos. Internet es un mero subproducto de las actividades del Cern. Sin embargo, su impacto en la vida de millones de personas está fuera de discusión. El flujo de ideas en ciencia es extraño e impredecible.
El Premio Nobel
El físico japonés-estadounidense Yoichiro Nambu estudió los efectos relacionados con ruptura de simetrías en sistemas físicos en los ’60 para explicar aspectos del fenómeno de superconductividad (conducción de electricidad sin resistencia), y luego advirtió que este mecanismo podría explicar el origen de la masa de algunas partículas elementales, teoría que fue finalmente completada por Higgs.
Las aplicaciones de la superconductividad son diversas: circuitos digitales, estaciones de telefonía celular, imanes superconductores usados en aparatos de imágenes médicas por resonancia magnética nuclear, y en el mismo LHC.
Hace pocos días la Academia Sueca informó que Yoichiro Nambu compartirá el Premio Nobel de Física 2008 con los físicos japoneses Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa. Kobayashi y Maskawa sugirieron que hay ligeras “violaciones” de simetrías en algunas interacciones entre partículas fundamentales. Las implicancias de este hecho, hoy comprobado, son notables, ya que explica en parte el ligero exceso de materia sobre antimateria en un estadio temprano del universo, sin el cual no habría galaxias, estrellas, planetas, ni vida alguna.
Para explicar esta asimetría, Kobayashi y Maskawa postularon, en 1972, una familia de quarks (constituyentes de neutrones y protones) que nunca había sido observada. Fue en 1995 cuando se detectó al “top quark” en el Fermilab, el último quark faltante de esta familia. La única partícula del modelo estándar que permanece oculta es el Higgs.
¿Veremos al Higgs en el LHC?
Las características superadoras del LHC frente a aceleradores previos y su aplicación a la búsqueda del Higgs, le valieron el nombre de “Máquina de Dios”, exagerado recurso usado con la buena intención de atraer la atención pública hacia experimentos de tal magnitud, que requerirán el análisis durante años de cientos de físicos de decenas de países (Argentina presente).
Teorías más especulativas, no verificadas, indican que podrían crearse en el LHC más fenómenos, tales como súper-partículas (ingrediente esencial de las teorías de supercuerdas, en cuyo desarrollo preliminar Nambu tuvo un importante rol) o micro agujeros negros. El prefijo micro aquí es clave: estamos hablando de agujeros negros con la masa de una partícula elemental, que desaparecerían rápidamente, siguiendo un proceso de “evaporación” descubierto por Stephen Hawking. No comparemos con los agujeros negros súper masivos, como el situado en el centro de nuestra galaxia, los micro-agujeros negros no suponen ningún peligro. Más aún, si es posible producirlos en el LHC, ciertamente están siendo producidos en mucho mayor abundancia en procesos naturales enormemente más energéticos, como aquellos que se dan cuando los rayos cósmicos de altas energías ingresan a la atmósfera de nuestro planeta, en un medio que está fuera de control, y donde los físicos no pueden hacer mediciones.
Lo que nadie pone en duda, es que el Higgs debería ser observado. Que esto ocurra sería una buena noticia: confirmaría el modelo estándar en su totalidad. Que esto no ocurra también sería una buena noticia: indicaría que hay más física por descubrir, con impredecibles implicancias. Si bien gran parte de la comunidad de física de partículas no duda de su existencia, físicos destacados ya estudian otros mecanismos de generación de masa, alternativos al Higgs. Stephen Hawking, afecto a las apuestas, apostó 100 dólares a que el Higgs no será observado, y en una reciente entrevista de la BBC afirmó que, en su opinión, sería mucho más interesante que no exista.
Se esperan emociones fuertes para los físicos de partículas: la Máquina del Hombre ya está en marcha.
Fuente: Dossier de prensa de la UNC. Publicado originalmente por La Voz del Interior, 17/10/2008. Sección: Opinión. Página A14.