La autora, que ha desempeñado un rol clave en la difusión de la literatura infantil en Argentina, recibirá el diploma el 19 de noviembre, en el Salón de Grados del Rectorado Antiguo. En la ceremonia, la ex docente del Departamento de Teatro de la Facultad de Filosofía y Humanidades ofrecerá la disertación “El ojo de la aguja”.

Su posicionamiento ético respecto a la infancia, el valor de su obra y su incansable labor en la difusión de la literatura infantil y juvenil son, apenas, algunos de los motivos por los cuales la Casa de Trejo le concederá el máximo título académico a María Laura Devetach, una escritora que supo compartir sus ideas renovadoras en las aulas de la Universidad Nacional de Córdoba.

La ceremonia se llevará a cabo el 19 de noviembre, a las 19.30, en el Salón de Grados del Rectorado Histórico, en Obispo Trejo 242, y será el preludio de la disertación “”El ojo de la aguja” que la homenajeada compartirá con los asistentes.

Su primer libro, titulado La torre de cubos (1966) y editado en Córdoba, marcó un punto de inflexión en la literatura infantil de la época, porque se distanció del didactismo e incluyó a los niños como protagonistas y transformadores de lo cotidiano de la vida. Precisamente por ello logró convertirse en uno de los textos más leídos de este género en habla hispana.

En la década del ´60, sus trabajos dieron cuerpo al teatro infantil innovador y sus guiones llegaron a la radio y la televisión. Entre 1969 y 1971, participó con ideas innovadoras en los Seminarios Taller de Literatura Infanto-Juvenil, organizados por la Secretaría de Extensión Universitaria. Y en 1975 fue cesanteada en su cargo en el Departamento de Teatro de la UNC, donde ejercía como profesora titular del Seminario de Técnicas Interpretativas y en la Escuela Superior de Magisterio (hoy Carlos Leguizamón).

Ese mismo año, Monigote en la arena obtuvo el premio Casa de las Américas en La Habana y ya en 1976 se vio obligada -por razones políticas- a radicarse en Buenos Aires, donde sobrevivió como docente y gracias a algunas publicaciones esporádicas.

Durante la última dictadura militar, La Torre de Cubos fue retirado de las escuelas por el Ministerio de Educación de Santa Fe, una medida que se repitió en el resto del país. Sin embargo, el retorno democrático la devolvió a su lugar privilegiado: la creación y dirección de colecciones de libros.

Fue una de las primeras protagonistas del Plan Nacional de Lectura que impulsó la Dirección Nacional del Libro de la Secretaría de Cultura de la Nación, en su período 1985 a 1989.

Actualmente, su obra es objeto de investigaciones y estudios críticos, aunque ella misma también reflexiona y participa de los debates públicos sobre la lectura y la escritura.

Sus últimos libros Las hormigas cantoras y Avión que va, avión que viene, realizados junto a los ilustradores Juan Lima e Istvanch, reposicionan a la poesía como un género privilegiado de experimentación estética.

Entre las principales instituciones y organizaciones que acompañaron la solicitud para el otorgamiento del título Doctor Honoris Causa, figuran las escuelas de Letras y Artes de la UNC, la Facultad de Lenguas, el Centro de Difusión e Investigación de la Literatura Infantil y Juvenil; la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina; el Foro de Ilustradores de Argentina, la Feria de Libro de Córdoba y la Fundación del Teatro San Martín, además de intelectuales cordobeses.

Actividades

-Honoris Causa. La ceremonia académica de entrega del título a Laura Devetach tendrá lugar el miércoles desde las 19.30 en el Salón de Grados del Rectorado Antiguo (Obispo Trejo 242).

-Presentación. El jueves a las 20, en la Facultad de Lenguas (Vélez Sársfield 187), la autora presentará su último libro, La construcción del camino lector, editado por el sello cordobés Comunicarte. Beatriz Ammann acompañará a Laura Devetach.

Continúan habilitadas las preinscripciones para la primera instancia del curso de ingreso a la carrera de Medicina, ciclo 2009. Las preinscripciones se habilitaron el 2 de agosto y continuarán hasta el 6 de diciembre. Consisten en actividades organizadas desde el ámbito virtual, con encuentros presenciales los días sábados. Para inscribirse, los aspirantes deben hacerlos a través de www.fcm.unc.edu.ar. Información al teléfono (0351) 433-4272.

En las primeras décadas del año 1500, después de producirse el derrumbe del Imperio de los Incas, provocado por la fuerza que impusieron los conquistadores españoles que llegaron a América, se produjo la inmigración masiva de esa raza milenaria, rumbo al sur, hacia nuevos horizontes, en busca de paz y tranquilidad, cargando en las alforjas de sus mulas, todo lo que pudieron de sus fabulosas riquezas, desconociéndose hasta hoy su destino. A partir de entonces, los españoles destacaron una expedición al mando de Jaime de Aragón, según datos históricos, hacia la avanzada más austral del imperio; se dice que fue con el propósito de arrebatarles las riquezas y tesoros que llevaban consigo en el éxodo.
Esa avanzada más austral se enclavó en un vallecito atravesado por el río Yuspe, que nace en las Sierras Grandes (Los Gigantes), y coronado al este por el majestuoso cerro Supaj Ñuñu (Seno de Virgen), hoy Pan de Azúcar. Los paisajes, la frondosidad de sus algarrobos y su reconfortante clima la convertían en un oasis, hecho que explica porqué esta raza indígena, pobladora de esta zona, era extremadamente pacífica.

Fue así que en el año 1526 comienzan a llegar a Cosquín, por medio de “chasquis”, las primeras noticias, que desde el Alto Perú venían bajando seres humanos de otros continentes, vestidos con ropas brillantes y acorazadas; ésta situación despertó la preocupación y el alerta los habitantes de ese poblado, los que, comandados por el Camin (jefe), implantaron una severa vigilancia, que duró nada menos que nueve años. “Hasta que una mañana – dijo el historiador Aníbal Montes – de primavera, mientras alegres muchachas se bañaban y jugaban en la desembocadura del Ampato Mayo (arroyo que baja del cerro) se produjo lo que se temía”… ¡Por primera vez llegaban a Cosquín los conquistadores españoles, bajando por el noroeste después de haber pasado por el pueblo de Ayampitín, en pampa de Olaen, hoy en ruinas…!
Durante el primer período de permanencia en dicha expedición de este lugar, los indígenas tuvieron que soportar cualquier cantidad de abusos, malos tratos, explotación y sometimiento de sus mujeres, creando un clima de disconformidad y reacción en Camin Cosquín, hombre alto y robusto quien vivía con una hermosa india llamada Cosco-Ina, su esposa. La belleza de Cosco-Ina despertó la codicia de un oficial español, componente de la expedición, quién no perdía ocasión de cortejar con sus pretensiones amorosas a dicha india. Y fue así que, al enterarse Camin, se enfrentó con el oficial en franco duelo, dándole muerte. La reacción de la patrulla expedicionaria fue inmediata; ordenando la captura del Camin, quien fue perseguido por las sierras varios días. Por la Quebrada de los Leones trepó la sierra y enfiló hacia el cerro Supaj Ñuñu, donde posteriormente fue acorralado. En desventaja para la lucha se defendió arrojando grandes piedras por las pendientes, que tuvieron en jaque a los españoles por varias horas. Esta situación no podía durar mucho tiempo, hasta que al final tomando la determinación más extrema, prefiriendo la liberación a cambio de su vida; tomando por la pendiente en desenfrenada carrera, llega al borde de los enormes despeñaderos ubicados en la ladera norte y, como si fuera un cóndor que inicia un raudo vuelo, con ímpetu se arrojó al vacío, para luego desplomarse en el abismo, donde encontró la muerte, muerte que lo reviviría en el tiempo, como un símbolo redentor de la libertad.
Por unos instantes todo fue silencio. Sólo se oía el viento entre los riscos y el murmullo del arroyo en el fondo de la honda quebrada, donde yacía su cuerpo inerte. Cosco-Ina, con la esperanza de volverlo a ver, permaneció expectante durante varios días, con su mirada hacia el cerro, que con su muda imponencia, parecía dictarle la sentencia de un mal presagio. Entre tanto se producía el regreso de los perseguidores del Camin, con los cuáles esquivó el encuentro presintiendo una mala noticia, que no quería escuchar ni concebir.
Fue así que Cosco-Ina decidió alejarse del lugar encaminándose, hacia las montañas con la esperanza de su amado y escapar juntos hacia otros lugares lejanos donde rehacer sus vidas.
Durante varias jornadas deambuló por los cerros y quebradas, exclamando a cada paso, con toda la fuerza de sus pulmones, el nombre de su hombre, sin obtener respuesta alguna; hasta que en las postrimerías del tercer día, se dirigió hacia la cumbre del Supaj Ñuñu, con el fin de obtener más campo de observación; al tiempo que se derrumbaba esa esperanza y una idea se iba encarnando en ella; encontrarlo vivo, o morir junto a él.
Largo y escabroso fue el sendero que le tocó recorrer, y así, mientras ascendía la empinada cuesta, una ansiedad infinita la impulsaba a subir más y más rápido; cuando de pronto, una bandada de jotes, que planeaban en círculo sobre un punto fijo y al norte del cerro la hizo estremecer, y presintiendo la tragedia, corriendo bajó hasta el borde de los abruptos de los empinados espeñaderos, con el fin de observar mejor, o atraída por una intuición y, agudizando la mirada, pudo ver horrorizada, el cuerpo de su amado que yacía en el fondo de la honda quebrada. Abatida y sin consuelo, permaneció inmóvil durante largo tiempo, mientras el dolor le carcomía el alma, y entrecortados sollozos la ahogaban, la aferrada idea se convertía en decisión: morir junto a su amado y en el mismo sitio.
Ya era muy tarde, el sol en el ocaso caía detrás de las Sierras Grandes, cuando Cosco-Ina a manera de despedida, observaba por última vez su terruño, y en un lastimero y largo grito, exclamó: “¡Camin…! y abriendo los brazos como intentando un planeo, saltó al vacío para ir al encuentro de su amor perdido. Esta vez no hubo silencio. ¡El eco en las montañas repitió por mucho tiempo aquel grito lastimero de Camin… Camin… Camin…! Mientras la penumbra de la noche iba cubriendo con su poncho, aquel lugar. Allá en lo alto, dos cóndores se elevaban circundando el cerro, cada vez más hasta perderse en la inmensidad celeste de ese diáfano cielo de las Sierras cordobesas.
Desde entonces, al llegar la primavera. A orillas del arroyo de cantarinas aguas que vierten del majestuoso Supaj Ñuñu, las acacias rojas se cubren con sus racimos granates, como si fueran gotas de sangre, que se derramaron aquella vez, en aras de la libertad del amor y la fidelidad.

CPC correspondiente: Argüello

Líneas de colectivos que circulan por estos barrios (actualizada con los nuevos recorridos desde marzo 2014):

Corredor 1 (naranja)
Línea 10 (De B° Ituzaingó Anexo a B° Lasalle)
Línea 11 (Villa Allende Parque a B° Empalme)
Línea 12 (De B° Ituzaingó Anexo a B° 16 de noviembre/Policial)
Línea 13 (De Ciudad Universitaria a Centro de Almaceneros)
Línea 15 (De Villa Allende Parque al polo sanitario)
Línea 17 (De B° 16 de noviembre (Policial) a B° Ituzaingó)
Línea 18 (De Saldán a Ciudad Universitaria)
Línea 19 (De Ciudad Universitaria a B° Alto Hermoso)
Todas estas líneas circulan ida y vuelta por Rafael Nuñez.

Línea 14 (De B° 16 de Noviembre (Policial) a B° Ampliación 1° de mayo)
Ida: tramo Mujer Urbana – La Cordillera – Rodríguez del Busto – R. Núñez.
Vuelta: tramo R. del Busto – La Cordillera – Padre Claret – Mujer Urbana.

Corredor 2 (azul)
Línea 26 (De B°Artigas a B° Los Boulevares)
Ida: tramo Rodríguez del Busto – Avenida La Cordillera –- Padre Claret.
Vuelta: tramo Padre Claret –Martin Gil- La Cordillera-  Rodríguez del Busto.

Corredor 8 (rojo)
Línea 80
(De B° Coronel Olmedo a B° Cerro de Las Rosas)
Ida: tramo Menéndez Pidal – José Roque Funes hasta Saturnino Navarro
Vuelta: tramo José Roque Funes y Saturnino Navarro- Albarracín – Del campillo – Carranza – Saturnino Navarro – José Roque Funes – Menéndez Pidal.

Línea 82 (Desde Ampliación Ferreyra a Bº Lasalle)
Ida: tramo Roque Funes – Saturnino Navarro – Santiago Albarracin – Roque Funes- Tristan Malbrán – José Gigena – Luis de Tejeda – Hugo Wast – Av. Rafael Núñez – Mujer Urbana.
Vuelta: tramo Mujer Urbana – Av. Rafael Núñez – Hugo Wast – Gregorio Gavier – Tristán Malbrán – José Roque Funes.

Línea 83 (Desde B° José Ignacio Díaz 5° Sección a CPC Arguello)
Ida: tramo Menéndez Pidal – Arruabarrena  – Emilio Lamarca -Molina Navarrete – Menéndez Pidal – Manuel Amuchástegui  – Lafinur – José Roque Funes – Tristán Malbrán – Gigena – Tejeda – Hugo Wast – Rafael Nuñez – Mujer Urbana.
Vuelta: tramo Mujer Urbana – Av. Rafael Núñez – Hugo Wast – Gregorio Gavier – Tristán Malbrán – José Roque Funes – Lafinur Manuel Amuchástegui – Menéndez Pidal.

Línea 84 (De Bº Lilas a Bº Cerro de las Rosas)
Ida: tramo Nicanor Carranza – Juan Beverina – Tejeda hasta Gavier.
Vuelta: tramo Gavier y Tejeda- Gavier – Fernando Fader – Mayor  Arrubarrena – Nicanor Carranza.

Líneas 600 y 601
Línea 600 (sentido horario) – Tramo: M. Larra – Sagrada Familia – R. Núñez – Albornoz – Goycochea – Rodríguez del Busto – Bv. Los Granaderos.
Línea 601 (sentido antihorario) – Tramo: Bv. Los Granaderos – Petorutti – F. La Camera – Castignino – R. del Busto – Av. Rafael Núñez – O. Pinto.

Diferenciales
Línea D10(De B° Cerro de Las Rosas a Ciudad Universitaria – Ciudad de Las Artes).
Ida: tramo Santiago Albarracín y Roque Funes- M. Pidal.
Vuelta: tramo M.Pidal – Roque Funes –Saturnino Navarro- Albarracin-hasta  R. Funes.

Interurbanos
Por la Av. Rafael Nuñez transitan numerosas líneas de transporte interurbano que unen, principalmente, Córdoba con Carlos Paz y Villa Allende.

Con una extensión de 4.200 hectáreas, que van desde las nacientes de los arroyos afluentes del embalse hasta el paredón y alrededores, el Dique La Quebrada y sus inmediaciones albergan un multiplicidad de especies animales y vegetales que permanecen resguardadas por la vigencia de leyes de protección ambiental.

Allí, entre los bosques de laderas, los arbustales serranos y pastizales de altura, el gato montes, el pecarí, las corzuelas y vizcachas habitan el territorio de la serranía. Más allá de la frondosa vegetación que presenta el área, sobre las profusas copas de los molles, algarrobos y manzanos de campo, el vuelo de los jotes y águilas escudadas tiñen el paisaje con una especial hermosura.
En el extenso espejo de agua que baña el corazón de la reserva, albergando mojarras cola roja y pejerreyes, es posible además practicar todo tipo de deportes acuáticos. Para mantener la tranquilidad y no alterar la naturaleza del entorno,  las actividades náuticas  que allí se realizan están reducidas a prácticas sin motor.
La consigna es disfrutar entonces del ambiente serrano, recorrer las costas de La Quebrada  para admirar el paisaje y perderse entre los rincones, siguiendo el cauce del arroyo Los Hornillos. La reserva está ubicada a 7 Km de la Localidad de Río Ceballos y a 36 Km al norte de la ciudad de Córdoba, por ruta provincial E-53. Allí, podremos Contemplar, caminar, respirar el aire puro y regocijarnos con la magia del entorno, con el vuelo libre de sus aves. Siempre sumidos en un  profundo respeto hacia sus especies, siempre bregando para que el equilibrio  siga el curso que le indica la ancestral sabiduría de la naturaleza.

Fuente: Agencia Córdoba Turismo

Página 723 de 764« Primera...102030...719720721722723724725726727728...740750760...Última »
  • Política de privacidad del blog