Entre las actividades que realizamos en Houston estuvo la visita al rodeo, un evento tradicional de esta zona de EEUU y que quería comparar con mi experiencia de toda la vida como nacida y criada en Jesús María, la capital argentina de la doma y el folclore.
El post comparativo lo dejaré para más adelante, así que hoy les hablaré del segunda jornada de rodeo a la que asistimos, después de una experiencia que nos dejó con gusto a poco en Austin.
El rodeo de Houston se realiza en el hermosísimo Energy Stadium, el campo de juego donde nuestra selección de fútbol jugo contra el equipo anfitrión un mes atrás durante la Copa América Centenario.
De los estadios que he conocido hasta ahora en EEUU, creo que es el más lindo. Es enooorme, súper tecnológico, con todos los chiches y con un área exterior amplia tanto en los estacionamientos como en el campo que lo rodea, que para esta ocasión estaba ocupado por la feria.
Ya de noche, otra vista del ingreso con una escultura que honra la cultura ganadera de texas.
Entre las mil cosas que hay para ver en el estadio, están las muestras con las fotos de los jinetes Finalistas del rodeo.
En la misma zona puede apreciarse toda la movida que se suma al rodeo desde otros ámbitos de la ciudad, por ejemplo, los alumnos de las escuelas que participan de concursos de dibujo.
Y como en cualquier lugar de EEUU, tiene que estar la infaltable tienda de recuerdos:
Si bien por la hora en que ingresamos al estadio no pudimos ver el rodeo propiamente dicho, no quería dejar de mostrarles esta foto del campo del rodeo. Donde ven toda esa arena, hace un mes estuvo la cancha de fútbol donde jugaron Messi y compañía. Bastante impresionante la versatilidad del lugar, ¿no?
De lo que sí pudimos disfrutar fue del show de Kid Rock, que oficialmente se transformó en el primer concierto de rock al que asistí en EEUU (y uno de los pocos al que he ido en mi vida, para ser sincera).
Y para los que estén pensando de dónde les suena el nombre de este tipo, les tiro un par de datos: estuvo casado con Pamela Anderson (en las buenas época de ella :P) y participó del realty El Aprendiz con Donald Trump.
¿Qué tal estuvo? ¡me encantó! La verdad no lo tenía mucho a este tipo, pero el espectáculo fue excelente desde todo punto de vista, y salimos felices con el descubrimiento.
Cuando encontramos unos CD’s de él en Walmart no pudimos menos que comprarlos para musicalizar el resto de nuestro viaje.
No solo hubo rock, Kid también se le anima a las bandejas y dio una muestra de sus habilidades como DJ.
Para los que querían cantar (o los que no teníamos idea de los temas) había pantallas con las letras.
El show terminó con fuegos artificiales dentro de un estadio cerrado, algo a lo que tampoco estamos muy acostumbrados acá.
El artista invitado entra y sale del campo sobre el vehículo sponsor del evento (algo que también vimos en Austin). En este caso era una pick up Ford.
Volviendo al exterior del estadio, pudimos ver parte de la feria, que no pudimos recorrer entera porque era por lo menos tres o cuatro veces más grande que la de Austin.
Como pueden ver en esta foto de la entrada al carnival, a la salida del show era un mundo de gente.
Para que tengan una idea del tamaño, una foto desde las escalera del estadio.
En la feria se pueden ver algunas cosas curiosas, como esta calesita de ponys ¡de verdad!
Aunque también hay muchos juegos clásicos, como las sillas voladoras.
El carrousel
La vuelta al mundo y la alfombra mágica
En lo referido al aspecto gastronómico, hay muchos puestos de comida con oferta variada, lo que fue un gran salto de calidad en comparación a la experiencia que tuvimos en Austin.
Hay muchos puestos de carne asada de distintos cortes y animales, siendo muy comunes los de patas de pavo (algo que también se ve en los parques de Disney, así que supongo que es tradicional).
Lo que pudimos probar fue la salchicha parrillera en palito de unos 30 cms. Para evitar clavarnos como con la pizza en palito de Austin, compramos solo una. La verdad es que era exquisita, muy bien condimentada, con el porcentaje justo de grasa y carne, estaba asada en su punto justo y para una sola persona es algo llenador.
Podemos invitarlos a los muchachos del rodeo de Houston a participar del próximo Festival del Choripán de Córdoba, seguro que van a sorprender a los locales con los sabores texanos. Lo que sí, van a tener que meter esa salchica en un pan, porque se presta para comentarios subidos de tono que los cordobeses andemos por el Parque Sarmiento comiendo algo tal cual se lo que se ve en la foto 😀
Otra cosa que está muy de moda, y que también se ve en los parque temáticos, es el pochoclo saborizado. Al final lo probamos porque queríamos algo más cárnico a la salida del recital.
Volviendo a las curiosidades, nos cruzamos con el kiosco para chicos perdidos, que para suerte de niños y padres, a esa hora estaba vacío.
Como pueden ver, hay muchísimo para ver y hacer en el Rodeo de Houston, así que si están en la ciudad durante el evento no deberían dejar de ir, aún si no conocen al artista que se presenta o si nunca han ido a un espectáculo de doma.