Entre las opciones de actividades gratuitas que hay en la zona de Dallas, está el museo de la famosa marca de cosméticos Mary Kay.
Si bien no es el museo más interesante del mundo, el hecho de estar trabajando con una empresa de este tipo en Argentina hizo que valiera la pena el largo viaje entre Arlington y Adisson para llegar al edificio que alberga tanto a la casa central de la empresa como al museo.
La muestra presenta un recorrido histórico que se inicia en 1963 con la fundación de la perfumería de Mary Kay, hasta el avance al modelo de venta directa representado mendiante uniformes, maletines, catálogos y productos. También hay un sector dedicado su incursión internacional (Argentina incluída) y existe toda un área destinada a reconocer la labor de sus vendedoras actuales y de recordar a las fallecidas.
Toda la muestra está atravesada por la presencia de la propia fundadora, Mary Kay Ash (inmortalizada en el cuadro de abajo junto con su hijo y mano derecha en los negocios, Richard Rogers), toda una leyenda en el mundo de la venta directa. La empresaria falleció en 2001 a la edad de 83 años.
¿Vale la pena visitarlo? Si de alguna manera están relacionados con la temática bien vale la pena darse una vuelta si visitan Dallas. Caso contrario es algo para dejar pasar.
Ubicación: 16251 Dallas Parkway, Addison, Texas. Es una ciudad del área suburbana del norte de Dallas.
Días y horarios: lunes a viernes de 9 a 16 hs. Cerrado en feriados. Puede haber cambios en los horarios del museo si hay eventos corporativos.
Costos: totalmente gratuito. La visita no requiere reserva previa.
Duración aproximada de la visita: depende qué tan interesados estén en el tema. El museo no es grande, así que con una hora podría ser suficiente.
Estacionamiento: gratuito y en el mismo lugar. Es al costado del edificio. El museo tiene ingreso por el frente y por el costado.
Público: es un lugar que puede ser interesante para vendedoras de Mary Kay, por supuesto, pero también para todos aquellos que tengan algún tipo de relación con empresas de venta directa. Se me ocurre que cualquier persona que trabaje en marketing, publicidad, diseño, moda y/o el mundo de la belleza también podría ver algo interesante através de la historia de la marca.
Lo destacable es que, al menos en el día que estuvimos nosotros (un lunes a eso de las 10 de la mañana) literalmente no había nadie en el lugar, así que pueden ver todo con suma tranquilidad ni nada ni nadie que los perturbe.
Vestuario adecuado: es en un interior, así que no hay problema con el sol ni el calor. Al ser un edificio corporativo en el que está, traten de no ir como si fuesen a la playa.
Gift shop: curiosamente, no hay nada a la venta.
Lugar para comer: había un bar en el lugar que está abierto para todo público. Sin embargo, nosotros no comimos allí así que no tengo referencias de los precios.