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12
May

Crónica de un domingo agitado o mi introducción a la maternidad

Archived in the category: Personal
Posted by: Dayana Barrionuevo - 22 Comments

Adventencia: si usted es madre amorosa o le gustan los niños, no lea este post.
Si usted es madre amorosa y tiene alma de troll, déjeme de joder, no pienso cambiar de opinión en lo que dije.
Si usted es madre amorosa y quiere convencerme de entrar en su secta, no insista, prefiero a los mormones.
Si usted es madre amorosa y de las que aseguran “¡Vas a ver cuando tengas los tuyos!”, le retruco: Exacto, van a ser LOS MÏOS. Además los voy a soportar por las dudas salgan como Messi o Ginobili. El resto van a seguir siendo niños.
El resto de personas no-madres con discursos similares a los anteriormente descriptos, quedan advertidos de igual manera 😀

Ya sé que hoy es martes, pero ayer estuve con cosas atrasadas y no puede escribir. Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena o cuando hay cosas graciosas para contar.

Como había posteado hace unos días de la Expomamá, aproveché para ir a dar una vuelta con Guille y chusmear algunas cosas de niños para escribir en el blog.

Debo aclarar que los niños no me resultan particularmente simpáticos. De hecho los prefiero lejos, o en su defecto, por fotos.
No digo que los deteste, simplemente se me hacen similares a los hamsters: seres vivos que no sé ni como agarrar.

Bueno, la cosa es que andabamos en La Vieja Usina, rodeados de mujeres con panza, maridos haciendo función de padre y hermanitos pequeños correteando por ahí.

La primera señal de alerta debimos verla en la puerta: una simpática promotora nos regaló productos de Tafirol. Cuatro pastillas de paracetamol, un sobre de antigripal y dos muestras de una pomada para grietas en los pezones.

La segunda señal fue aún peor: de golpe nos encajaron un folleto al grito de ¡¡HOLA PAPIS!!

Pongámoslo así: si la bienvenida a la maternidad me la da un señor pelado, cincuentón y que nos saluda de una manera extraña, a medio camino entre Teletubbie que tomó clases de protocolo y etiqueta con Eugenia de Chikoff y oso recién salido del closet, medio que ya me estoy asustando 😀

Igual, había que seguir. todo sea por informar.

Seguimos caminando, y en el stand de Huggies nos dieron pañales y cupones para sorteos.
¡Bien ahí! me gustan los lugares donde me regalan cosas aunque no las use. Venga los pañales, que terminaron donados a Mamá Pulpa.

La gente de Pampers tenía cupones, pero no muestras gratis. Ojalá ardan en el infierno por tacaños 😛

Seguimos dando vueltas y otra promotora nos invitó a unas charlas sobre lactancia materna y sobre sexo en el embarazo y después del parto. Hubo comentarios picarescos delante de la promotora de mi acompañante.

Algunos pasos más adelante estaba el Dr Tacconi, un reconocido pediatra, a quien Guille definió como un “mago de kermesse barrial” por su look de Dr House (pero sin onda, obvio).

Nos fuimos al stand de Sancor a seguir llenando papelitos ¡y esta vez si hubo suerte! Me gané un set de balde, palita y rastrillo junto con 5 cajitas de leche para bebés 1 a 3 años que regalé para la nieta de una persona cercana a mi familia.

Pasamos por un stand de ropa y cuando Guille mangueó un folleto la promotora le dijo “(mode maestra jardinera on) ¿¿Están embarazadooos??” a lo que él contestó: no, ¡pero tenemos blog!
Todavía debe estar procesándolo la chica.

Embalados por el triunfo y con el baldecito en la mano como si fuera la ensaladera de plata, nos anotamos para el sorteo de un cochecito Graco y la habitación del bebé. Yo quiero que esté a 5 km de la mía, cuando me toque.

Nos quedamos un rato más esperando a que hicieran el sorteo de las 5 de la tarde, porque aunque no tengamos un crío nos gusta ganarnos cosas.
No fue buena idea, ahí conocimos lo que era el Show de Topa.
Topa, todo bien con vos, es tu laburo, pero la verdad, ahí entendimos lo del Tafirol en la puerta.

Será que no tenemos niños, será que no convivimos con ellos normalmente, será que no tenemos paciencia… pero me imaginé años y años de mi vida con esa música, teniendo que interactuar con esos padres que fingen estar chochos escuchando como les hablan como a criaturas que no controlan sus esfínteres, con esos vendedores que para hablar y venderles a los adultos cosas de chicos infantilizan su lenguaje… que no sé, me dieron esas ganas, como decirlo? de irme al carajo, lisa y llanamente.

Me sorprende mucho eso de la infantilización de los adultos para venderles. En serio.
Quiero decir, se puede usar un tono afectuoso o amigable, ponéle que tampoco lo creo, pero zafa. Pero el hablarle en tono balbuceante de bebé de dos años a un barbudo de 90 kilos que los domingos se junta con los amigos a comer asado, tomar fernet, jugar al truco y ver un partido por la tele mientras insulta, es verdaderamente ridículo.
Lo mismo que tomar por una madonna (referido a pintura y no a música) a toda mujer con panza que previo al Evatest quizás era una descocada que vivía estilo Sex and the city.
Me refiero a que una mujer que por obra y gracia de una noche/día/tarde/siesta de matraca quedó embarazada, de golpe es una Santa Madre y le hablan en tono de conductora de programa de bricolage de canal de cable. ¿No es verdaderamente estúpido?

Ya me lo dijo alguien la semana pasada: la imagen de la madre/padre perfecta de publicidad de productos para el hogar o la que representan los padres en público no es la real.

Así que papis y mamis, no compren ni vendan esa, es poco creíble.
Pasan mucho más tiempo desbordados y locos por sus hijos, por su marido/esposa (si lo tienen), por plata, por los parientes que joden, por plata de nuevo, por los vecinos que molestan, por el perro o gato que hace lío y por un millón más de posibilidades que los exasperan.

Bueno, todo esto viene colación porque cuando nos fuimos de la expo al Hiper Libertad, mientras estaba en el baño, escuché la verdadera cara de lo que había visto:
una madre salía del baño con su nena de unos 4 años y la llevaba a lavarse las manos.
Yo no podía verlas pero me imaginé que la chiquita no llegaba bien al lavatorio porque se sintió lo siguiente:

(leáse en mode madre calenchu on) “¡A ver, laváte las manos! ¿¡Pero cómo!? ¿¡Te mojaste las mangas Sofía!? (inserte aquí su onomatopeya de chirlo de madre que capaz se hace la comprensiva en público) ¡Pero laváte de una vez haceme el favor!”

Me sentí aliviada al saber que las madres de verdad están todas medias locas y que siguen chirleando por las dudas como en mis épocas.

Y este es el fin de la historia de domingo. ¿Soné muy mala onda con las madres y padres? Quizás sea tema para charlar con mi psicóloga.

Pero yo ya lo voy diciendo desde ahora: a mi no me hacen bailar como turula en el Show de Topa ni cantar mi barba tiene tres pelos con otros padres. Ni loca.

16
Apr

Reportaje a Dios

Archived in the category: Personal
Posted by: Dayana Barrionuevo - 0 Comments

El otro día por casualidad enconté una postal que fue parte de mis primeros trabajos en la universidad. Se trata de una postal, que era parte de un juego hecho en base a este texto que les voy a copiar acá.

Seguramente tiene un autor, pero en todos los lugares en donde sale reproducido no está mencionado.

Y ya que estoy se lo voy a dedicar a dos personas, porque sí. A Graciela y a Pablo. Ojalá les guste.

Reportaje a Dios

Con mi título de periodista recién obtenido, decidí realizar una gran nota.

Pasa, me dijo Dios, ¿así que quieres entrevistarme?

-Bueno, le conteste, si tienes tiempo…

Se sonríe por entre la barba y dice:

– Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo; ¿qué preguntas quieres hacerme?

-Ninguna nueva ni difícil para ti. ¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres?

-Que se aburren -dijo- de ser niños, apurados por crecer, y luego suspiran por regresar a ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y enseguida pierden el dinero para recuperar la salud. Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro. Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido, y pensar que yo… (con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada deja de hablar. Sus manos toman fuertemente las mías y seguimos en silencio).

Después de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije: ¿Me dejas hacerte otra pregunta?

No me respondió con palabras sino sólo con su tierna mirada.

-Como padre, ¿qué es lo que le pedirías a tus hijos para este nuevo año?

-Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que sí pueden es dejarse amar.
Que aprendan que toma años construir la confianza y sólo segundos para destruirla.
Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas sino a quién tienen en sus vidas.
Que aprendan que no es bueno compararse con los demás pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
Que aprendan que rico no es el que más tiene sino el que menos necesita.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlarán.
Que aprendan que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en las personas que amamos y que pueden tardar muchos años en ser sanadas.
Que aprendan que a perdonar se aprende practicando.
Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no sabe como demostrarlo.
Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.
Que aprendan, que a veces cuando están molestos tienen derecho a estarlo, pero eso no les da derecho a molestar a los que los rodean.
Que aprendan que los grandes sueños no requieren de grandes alas sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Que aprendan que amigos de verdad son escasos, quien ha encontrado uno ha encontrado un verdadero tesoro.
Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.
Que aprendan que de lo que siembran, cosechan, si siembran chismes cosecharán intrigas, si siembran amor cosecharán felicidad.
Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas sino aprender a ser feliz con lo que tienen.
Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones. Ellos deciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por lo que les falta y carecen.
Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
Que aprendan que, sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos llegan lejos en la vida.
Que aprendan que, a pesar de que piensen que no tienen nada más que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores.
Que aprendan que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja más rápidamente de ellos y el dejarlas ir las deja para siempre al lado de ellos.
Que aprendan que a pesar de que la palabra amor pueda tener muchos significados distintos, pierde valor cuando es usada en exceso.
Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.
Que aprendan que nunca harán nada tan grande para que Dios los ame más, ni nada tan malo para que los ame menos; simplemente los amo a pesar de sus conductas.
Que aprendan que la distancia más lejos que pueden estar de Mí es la distancia de una simple oración.

Y así, en un encuentro profundo, tomados de las manos, continuamos en silencio.

04
Apr

Primer domingo de abril: Día de la novia. CV personal

Archived in the category: Personal
Posted by: Dayana Barrionuevo - 4 Comments

Mañana se conmemora, para quienes creen en las efemérides que programan los comerciantes, el día de la novia.

Si tuviera que escribir mi currículum para un trabajo, en la parte de experiencia pondría Novia Senior.

Después de un total de casi 10 años de relaciones con mis cuatro sufridos novios es, por lejos, una de las cosas que mejor sé hacer.

Con esto no quiero decir que soy una novia buena ni una buena novia… simplemente aprendí a ser novia; como aprendí a manejar, a bloggear o a andar en bici.

Por eso me gustaría compartir (y por qué no debatir) con ustedes los diez puntos claves para ser una Novia Perfecta que he logrado pasar en limpio para escribir este post.*

1- Las Novias Perfectas deben decir siempre la verdad, pero tienen que saber mentir mejor que nadie.
La verdad, la honestidad y la sinceridad son valores que esperamos en otra persona para depositar nuestra confianza, fe y seguridad.
Una Novia Perfecta logra generar en su pareja todo eso y, automáticamente, sabe cuáles son los puntos sobre los que puede mentir, engañar y ocultar.

Y aunque esto suene terrible, no hay mal más necesario que la mentira en la pareja. Y las ganas desesperadas de creerlas.

¿Para qué sirve la mentira? Para disculpar lo imperfectos que somos, para tapar los baches del ideal que el otro no es, para aceptar que el principe o princesa no existen más que en los cuentos. Porque necesitamos mentir para creer que es verdad lo que decimos.

2- Las Novias Perfectas no se enamoran.
No hay peor cosa para una pareja que estar enamorados. La gente se vuelve tonta, torpe, sin reacción o con reacciones exageradas a lo patético de la vida (osos de peluche, pasacalles, reproducciones de escenas de cine en la vida real o peticiones de casamiento, por ejemplo).
Cuando la pavada se pasa, te despertás un fin de semana largo en el depto de un rugbier que tiene varios dientes postizos y que mataría a un emo sólo porque no entiende lo que es llorar.

Para ser una buena novia, te hace falta ser eficiente y dejar el melodrama de novela brasilera. Basta de decirle Chuchi, Tuti, o Gordi (que es el que más detesto, por cierto), dejar de decir “A ver, hoy hasta donde me querés??” u obligarlo a hacer alguna demostración de enamoramiento frente a los amigos.

La Novia Perfecta sabe que los carazoncitos no hacen el amor verdadero ni un ramo de flores una vez convierte a un bruto en caballero.

3- Las Novias Perfectas hacen lo que no se espera de ellas.
Es muy fácil criar poco a poco a un dictador y tras 20 años de casada putear porque, sin saber como, la que se casó enamoradísima terminó convertida en sirvienta de su marido y sus hijos.
Las novias, en general, tienden a la complacencia y a buscar ganarse a su querido en base a sacrificios personales (cocinar aunque lo deteste) o bancarse cosas que no les agradan por quedar bien (fingir orgasmos).

Pero ojo! Ser una Novia Perfecta tampoco significa ser una feminista que desprecia a todo ser del que cuelguen testículos. Nada más lejano a eso.

No se trata de no-hacer-para-que-no-se-acostumbre sino de hacer a tu modo, con tus reglas, con tus ganas, con tu “porque hoy se me dio la gana”.

4- Las Novias Perfectas no son predecibles.
La rutina es el peor enemigo de la pareja y ni hablar si es en la convivencia. La cuota de incerteza ayuda a vivir y a huir cada tanto.

5- Las Novias Perfectas no se meten con sus suegras.
Así él odie a su madre, deberás repetarla hasta la muerte.

Si la suegra en cuestión tiene fama de indomable, nada mejor que aplicar el punto 1. Sincerar sentimientos, por más duros que sean te convierten en rival pero confiable. Toda Novia Perfecta sabe eso.

6- Las Novias Perfectas saben poner a sus novios en su lugar.
A esta altura de la enumeración, una Novia Perfecta ya pasó por varios cuerpos a cualquier chica común y es objeto de admiración de su amado. Después de todo, cualidades como honestidad, confienza, sinceridad, independencia, buena relación con la suegra, etc no son cosas que se vean en cualquier lado hoy en día.

Va a suceder más de una vez que el muchacho va a tener la necesidad de mostrarse como un ejemplar singular en campos donde, definitivamente, no lo es y él lo sabe. Así estará el que quiere pasar por artista talentoso, melómano refinado, deportista excepcional, etc.
Estos campos no son los de mayor peso en su estima, son esos porotos de más que se quieren anotar. Por eso es acá donde una Novia Perfecta sabe que tiene que ir al hachazo directo y sin piedad. Con esto se logra aplacar un ego y mostrar que no va a vender el buzón que estaba a punto de facturar.

7- Las Novias Perfectas admiran a sus parejas.
Ya dije que no se enamoran, por lo tanto decir que admiran puede parecer confuso. Admirar a la persona amada la libera de circunstancia de pareja y la pone en el lugar de ser humano digno de atención. Cada quien tendrá sus puntos de análisis para admirar. Algunos buscarán un par de tetas y otros el IQ de un/a genio/a.
La admiración está intimamente relacionada con el talento y éste dura mucho más que el amor de pareja.

8- Las Novias Perfectas son, también, exNovias Perfectas.
Así como en un trabajo las referencias de antiguos empleadores son tenidas en cuenta, en las parejas debería suceder algo similar.
Si uno hizo las cosas bien para ambos y aún así la relación no fue viable, debería poder tener un vínculo cordial, más allá de los motivos de ruptura.

9- Las Novias Perfectas tienen amigas perfectas.
Son las que no se meten, no joden, no opinan, no arman quilombo ni le llenan la cabeza a una mujer en contra de su pareja (o cualquier ser que tenga importancia para ésta).

10- Las Novias Perfectas saben que la mejor de las armas es el sexo oral.
Cualquier cosa pedida entre una súplica a Dios y un orgasmo tiene una conseción inmediata.
Cualquier promesa hecha en tales circunstancias a una Novia Perfecta será cumplida con creces.

* Todo este texto es una autoficción, por lo tanto hay cosas que podrían no ser verdad, otras que si, otras estar un poquito exageradas, algunas son comprobaciones empíricas y otras recopilaciones de experiencias humanas. En cualquier caso, se recomienda a los niños y niñas no hacer nada de esto en casa 😉

30
Mar

Dejá(me) elegir y dejá(me) soñar

Archived in the category: Personal
Posted by: Dayana Barrionuevo - 5 Comments

Hace mucho que no escribo cosas personales en el blog, un poco por darle un toque más “profesional” o serio al espacio, y otro poco por resguardar ciertas cosas de mi vida personal que no tienen por qué importarle a una persona que quiere saber por donde pasa el Central Amarillo. Sin embargo, hoy voy a hacer una excepción porque siento que hay muchos que podrían sentirse identificados.

Quienes hayan leído el about del blog sabrán que he tenido la suerte, el privilegio y las ganas (esto último es indispensable) de hacer muchas cosas, muy diferentes y sin relación aparente. Muchas de ellas, además, implicaban actividades que no me generaban ningún ingreso (trabajos ad honorem para instituciones culturales) o que me producían gastos (los estudios de idiomas, pos ejemplo).

Cada actividad que emprendí siempre fue con muchas ganas de hacerlo, con curiosidad y un gran deseo de aprendizaje y superación.

Además de eso, también había un efecto colateral: hacer esas cosas me hacía felíz.
El esfuerzo que implica pasar horas pensando la mejor solución posible a algo o la satisfacción de haber vencido un desafío, producen una inmensa felicidad, la de saber que estamos creciendo desde adentro, que nos vamos llenando de esas cosas lindas que nos hacen ser una mejor persona porque podemos mimarnos con el placer de superarnos cada día.

Y aunque dicho así suene idílico, hoy una vez más me tuve que enfrentar a alguien que se atreve a negarme ser feliz cuestionando mis elecciones.

Para algunas personas no es posible cuestionarse siquiera qué es lo que desean ser, qué es lo que desean hacer, con qué desean soñar y si se quieren subir a este mundo o no.

Esas son las personas que piensan que el mundo y las vidas de cada uno vienen preensambladas, que los destinos no se tuercen, que las ideas no deben crecer y que los sueños son sólo para cosas materiales que uno puede poseer.

¡Allá ellos con negarse a estar vivos de verdad y tomar riesgos y sentir miedo y ser felices! ¡A mi me gusta soñar y tomar el camino complicado! A veces me paro en él y miro las piedras, le paisaje, el atardecer o una flor. A veces el camino es sólo barro y tormenta. Pero siempre es mi elección. Y siempre hay un horizonte que se abre, porque los abismos se hacen en las cabezas huecas que no se llenan con ideas que son puentes infinitos a cosas nuevas.

Mi pregunta es ¿Por qué no me dejan elegir? ¿Por qué no puedo soñar? ¿Por qué no puedo vivir en un mundo mio y adaptado a mis necesidades, a mis intereses, a mis gustos? ¿Por qué me tengo que amargar en una oficina 8 hs por día porque eso está bien visto por una sociedad que no se mira de frente por vergüenza? ¿Por qué no puedo “invertar” y asumir los riesgos de eso? ¿Por qué no se puede empezar a jugar de nuevo cuando uno quiera? ¿Cuál es la fecha de vencimiento para intentar ser feliz?

Cierta gente cree que la vida es un cronograma armado por algún loco director de recursos humanos para que nos encajemos en un engranaje maldito.

Vas a la escuela, a la universidad, trabajs, te casas, tenés hijos, amigos, un perro, un auto…

Nos convencemos que no podemos salir de eso y que así tiene que ser.

Seas rico o pobre ya tenés pautas de lo que debés, lo que podés y lo que tenés que cumplir porque es lo que se espera de vos.

¡A la mierda con eso! No me engancho con sentencias apocalipticas aunque vea al diablo bailando en calzones frente a mis ojos.

Quienes dicen tener la receta de la felicidad, quienes creen que pueden opinar y ser autoridad en la vida de los demás como si lo supieran todo, no son más que frustrados que se quedaron con teorías en una mano y una vida aburrida y falsa en la otra.

Y como ya se jodieron la suya, ahora andan a la caza de incautos que estén dispuestos a decir “mejor no”, “tiene razón”, “debería hacer eso aunque no es lo que quiero”, “me conformo con lo que tengo”, “hago lo que mis parientes creen respetable”…

El estúpido egocentrismo de las personas que nos rodean pretende disfrazar de consejo lo que es, en realidad, miedo a sus propias limitaciones o, a veces, una malsana envidia.

Yo no tengo el secreto de nada, no sé cómo se hace para ser feliz, no sé si tengo que plantearme forzozamente y como si fuera un test de drogas si está bien lo que hago. No sé nada de eso.

Lo que sé es que puedo elegir, soy libre. Mientras más consciente de eso me vuelvo, más próxima a mis sueños estoy y, por ende, más feliz soy. ¿Es un pecado eso?

Si mal no recuerdo fue Montagne el que dijo: de diez cabezas nueve embisten y una piensa. No te extrañes al ver un bruto descornándose contra una idea.

Las paredes de los prejuicios son duras ¿Tendré que seguir chocándome contra ellas mucho tiempo más? 😉

13
Feb

Sobre los restaurantes y los nombres raros de los platos

Archived in the category: Personal
Posted by: Dayana Barrionuevo - 16 Comments

Anoche fui a cenar a un restaurant del cual tenía algunas buenas referencias leídas en algunos blogs cordobeses. Siempre trato de ir cambiando de sitios y conocer nuevos lugares o saber en que lugar se come rico y a un precio razonable.

La cuestión es que terminé cenando en una terraza frente al paseo de las artes (algunos deducirán a qué lugar me refiero) y al hojear la carta vi que no había nada que me resultara particularmente apetitoso no solo por que no tenía tanto hambre para los precios que saltaban en la carta, sino también por los insólitos nombres con que los dueños del lugar habían bautizado a los platos.

Me decidí por algo que era, dentro de todo, lo más barato que había (aunque salía $26) y que consistía en lo que yo interpreté como una ensalada de pollo.

– Yo quiero la ensalada de pollo -le dije a la moza.

– El plato se llama “Pollo feliz durmiendo en un colchón de plumas verdes”*, pedilo bien -dijo risueñamente mi acompañante, sabiendo que a propósito evité decir semejante estupidez de nombre.

Yo, desafiante adelante de la moza, le contesté:

– ¡Pero si es una ensalada!

A lo que la moza, con cara de fastidio porque no quise llamar a la ensalada “Pollo feliz durmiendo en un colchón de plumas verdes”, me dijo:

– Bueh, no es una ensalada… no importa, te traigo un Pollo feliz durmiendo en un colchón de plumas verdes. (cara de culo a medio disimular mode on)

A ver, señores de los restaurantes, entiendan esto: me da vergüenza tener que pronunciar con mi boca los nombres ridículos que uds le ponen a la comida.

En serio. No me sale, no puedo poner una mirada de suficiencia y soltar “Pollo feliz durmiendo en un colchón de plumas verdes” como si fuera el nombre más lógico del universo, sólo porque a ustedes se les ocurrió que era cool.

Me niego rotundamente a llamar a una milanga grasienta “Tierna feta de lomito de la pampa, rebozada en una lluvia arenosa de pan y salteada en aceite”. ¡Nunca lo haré!

Como si esto fuera poco, cuando me traen el plato veo que mis $26 eran un montón enorme de “hojas verdes” (léase: una montaña de yuyos que alimentaron en vida al bife de chorizo que se estaba comiendo mi acompañante) con cuartos de tomate perita decorando los bordes del plato más unas 10-15 tiritas de pollo que no llegaban a hacer 100 grs de carne.
A Ema le hubiera encantado tanta verdura, porque al pollo casi ni se lo veía.

Conclusión: a ese lugar no vuelvo más; y una vez más me sorprende que ir a comer una trucha grillada con guarnición al Sheraton hace unas semanas me haya salido $29 y comer una ensalada en un lugar cualquiera solo $3 menos.

¿A ustedes les pasa lo mismo cuando salen a comer por ahí?

* El nombre del plato ha sido cambiado para proteger la identidad del pollo en cuestión 😛

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